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Un buen amigo nos hizo llegar el mencionado Saluda de la Asociación Juvenil Bentejuí, Santa María Goretti de Piletas y al leerlo creemos que es una obligación reflexionar sobre el mismo. En primer lugar felicitar a esta Asociación por el interés cultural y solidario que les mueve, siendo ya la 3ª edición del Encuentro de la Juventud Bentejuí.

En segundo lugar mostrarles nuestro asombro y sorpresa porque en el espacio de una hoja que se titula Saluda se nombra hasta seis veces a la Capital y a su término municipal cuando nunca esta zona de la Isla ha tenido carácter de Capital y sólo se hace alusión a ella cuando existe algún tipo de interés. Entendemos que la función de una Asociación, hoy en día, además de su especificidad es difundir la verdad, la legalidad, el valor de la democracia, los valores fundamentales y la cultura. La cultura no es sólo fiesta y pases de modelos, que nos parecen buenas opciones, pero no sólo ese aspecto de la cultura es necesario difundir porque el ser humano, y en gran medida los jóvenes, necesitan conocer la historia, la geografía, la etnografía, la arqueología y otros aspectos del saber, sobre todo porque un pueblo sin cultura, en el más amplio sentido de la palabra, es un pueblo con carencias y fácil de manipular. El pueblo necesita del conocimiento para poder tener opinión y posicionarse. No es justo que unos pocos tengan acceso a esa cultura, muchas veces de minorías, mientras otros la desconocen, conformándose, por desconocimiento, con lo que le asignen.

Existen determinados elementos de la sociedad que se alejan de ella dando al resto miseria y divertimento mientras sus impulsores se hacen una carrera política que les coloca en el entramado social por arriba del resto. No hay derecho a que la clase política haga que determinados seres humanos estén cobrando sueldos que no están acordes con su cualificación profesional y educativa y es por ello que existen determinados individuos que no les duelen prendas con tal de subir y subir y ahí les tendremos mendigando un puesto por toda la vida para no perder ese estatus. Eso me parece amoral porque el deber de un político es ayudar e interesarse por los problemas de aquellos que les han votado. Vemos como algunas personas van cambiando de partido según sea el que gobierne para alcanzar migajas o tener remanentes para sacar adelante un evento festivo, olvidándose que hay que trabajar en contra de la especulación urbanística y contra los intereses de determinados sectores que sólo ven con los ojos del dinero; se debe luchar contra el abandono del Patrimonio Cultural en el más amplio sentido de la palabra; se debe denunciar el uso indebido del suelo y de los espacios protegidos; se debe proteger nuestra fauna y flora; se debe impulsar que la cultura llegue a todos y todas; se debe fomentar el buen uso de los dineros públicos; se debe exigir a la clase política el buen empleo de nuestros impuestos; se debe aspirar y fomentar un entorno sano y equilibrado….

No hemos visto, salvo determinados colectivos, denunciar el cemento que ha cubierto los alrededores de Piletas y San Gregorio así como del espacio de gran interés que le rodea; nadie, salvo honrosas excepciones, ha levantado la voz en la defensa de el conjunto arqueológico cercano a Piletas; nadie demanda que los impuestos se inviertan en nuestro entorno más inmediato, en nuestras empresas, en nuestros mayores, en nuestros jóvenes, en nuestras calles, aceras o barrancos; nadie ha levantado la voz en difundir la verdadera historia de este entorno que no es ningún distrito de la Capital y sí una Jurisdicción que debe, por justicia, ser independiente.

Estamos unidos a la Capital de forma interesada y a base de actos crueles y sangrientos, además de ilegal e injusta, y eso no se difunde y sí se difunde, hasta seis veces, que Tamaraceite, San Lorenzo y Tenoya pertenecen al término municipal de Las Palmas, lo que hoy en día es un hecho cierto, pero les falta matizar que este hecho se llevó a cabo por la fuerza de las armas, por el asesinato de nuestros representantes políticos, por el interés de unos caciques que sólo les interesaba la especulación del suelo, como hoy se sigue permitiendo por diferentes colectivos, porque simplemente Las Palmas quería crecer y lo hizo por el lado equivocado y contra la legalidad. Esto y más les falta a algunas personas socializar porque si esto no se sabe se está mintiendo a la población.

Se desconoce como en el año 1937 se cesa a un alcalde de la capital, Antonio García López, y se le nombra Gobernador Civil para que lleve a cabo los fusilamientos y asesinatos de cinco personas del Municipio de San Lorenzo y así poder meter miedo a una población que estaba aterrada por los mensajes de coacción y arrestos. Eso sucedió hace tan sólo 68 años y eso se calla, se oculta por el interés de unos pocos seres humanos, yo diría que no tan humanos porque sólo les interesa el subir cada día un peldaño dejando a los demás uno más bajo. La democracia hay que valorarla y sacar a la luz la injusticia cometida con todo un Municipio soberano. Hoy es un delito flagrante el callarse mientras que hace 68 años muchos se callaron, de forma muy entendible, por el lógico miedo a morir o a ser maltratados. Los jóvenes y los no tan jóvenes deben luchar por un Municipio cercano a nuestros vecinos y vecinas, que invierta en nuestro entorno, que respete los cientos de lugares de interés de San Lorenzo y su Jurisdicción, se debe trabajar por tener lugares de acogida para nuestros mayores, por tener asignaciones para la difusión y protección de nuestro patrimonio cultural, histórico, arquitectónico y natural; por tener unos servicios en condiciones como tienen otros municipios mucho menores en extensión y en el número de población que los que tiene San Lorenzo.

Debemos trabajar para que nuestros representantes políticos sean de nuestro entorno, democráticamente elegidos entre nuestros ciudadanos y ciudadanas, y no contentarse con las migajas que nos dan desde la Capital, ofreciéndosenos siempre lo menos apetecible, si es que se nos ofrece algo; tener intelectuales, empresarios, pequeños comercios, artesanos, docentes… que, día a día, vean que nuestro entorno más inmediato recibe el beneficio que generan sus impuestos y el dinero que les asigna el Gobierno. El que se considere militante de un determinado partido será militando en dicho partido, con mucho más protagonismo, en nuestro Municipio.

Somos capaces de tender manos y juntos, la Capital y San Lorenzo, formar una gran Capital, pero con algo que no se tenga que tapar, como es nuestra maltratada y olvidada, por la fuerza, historia diferenciada. Las soluciones, a través del diálogo de igual a igual, pueden ser diversas y enriquecedoras y no traumáticas y vergonzosas. Hoy en día no se puede ser servilista a cambio de un puesto o a cambio de algún tipo de asignación porque los puestos y las asignaciones las merecemos como el que más. La Capital siempre ha invertido en lo que siempre se ha defendido como Capital y nuestro entorno se ha olvidado. Año tras año y ya han pasado 68 nuestros impuestos han ido a mejorar, una y otra vez, Vegueta y sus alrededores o, más recientemente, la Gran Marina, mientras que en Siete Puertas no se dispone de aceras, o mientras en San Lorenzo, Tamaraceite o Tenoya hay calles y callejones que han permanecido igual a lo largo del tiempo. Nuestro Municipio de San Lorenzo está amparado por la verdad, la legalidad y los documentos. Todo lo que hizo la Ciudad para hacerse con San Lorenzo fue ilegal y por ello se ha ocultado durante todos estos años. Hay defensores de la Memoria Histórica y se olvidan que la Memoria Histórica colectiva tiene una asignatura pendiente como es devolver lo que no le pertenece a la Ciudad y es una lucha que ganaremos porque nos ampara la verdad histórica. Todo está escrito, incluso como el Consejo de Estado rechazó, una y otra vez, la documentación de ANEXIÓN DE SAN LORENZO, hasta que determinados e interesados personajes decidieron saltarse algo que no se podía saltar y eso también está escrito.

No debemos olvidar que la solidaridad debe comenzar con lo más cercano y si somos capaces de silenciar lo que realmente debemos socializar estamos haciendo un falso ejercicio de la puesta en práctica de la solidaridad y de la verdadera democracia.

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