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En lo que a mí persona respecta, viví ese homenaje con lágrimas incontenibles de mis sentimientos, recordando circunstancias dolorosas de mi corazón. Memorias de momentos difíciles, cuando la lucha por la subsistencia estaba sustanciada en la heroicidad, ¡¡sí, en la heroicidad!!.

Florencito, uno de los pocos hombres en Tamaraceite dotado de una inteligencia natural con contados parangones, no se achicó nunca ante cualquier duro trabajo a pesar de una grave dolencia en su columna vertebral. Hasta el punto de que los hombres más bregados y bragados, tenían que atarse bien los machos para resistirle y seguirle en aquellas largas e inhumanas jornadas de trabajo de la posguerra. Florencito no dejó de trabajar ni un solo día de su vida, excepción hecha del viernes santo; estoy seguro, por no ganarse la antipatía y los acechos de los beneficiados del “régimen“.

Conocí a florencito, desde años ya lejanos trabajando en la panificadora, pastelería, fábrica de embutidos, y elaboración de chocolates embasados, de doña María Villegas, una de las más grandes industrias de G.C. por aquellos ya distantes tiempos. ¡Y amigo!, como se desprende: ¡Se batía el cobre!.
Soy un vecino del distrito nº 8. de Las Palmas, Nací y Vivo en el pueblo de San Lorenzo, otro Municipio, me siento orgulloso de ser Canario y de Las Palmas de Gran Canaria como dice mi DNI. Pero reconozco que siempre sentí el deseo de saber el por qué el más grande en extensión de terreno de los municipios de Gran Canaria, se lo había agregado otro más pequeño. Es decir por qué el pequeño se comió al grande.

Sé cómo, cuándo, dónde y hasta el por qué , pero nunca he podido saber qué artículo de la Ley de de municipios, que se regía en España para segregación a Agregación de un municipio a otro ni se por qué se aplicó el atropello a un pueblo noble que hasta dio su sangre porque no se entregaran sus fronteras ,como así dice la reciente historia.

Amigo Juan Francisco, hoy he entrado por primera vez a la página y he visto la labor divulgativa  y documental que estas realizando junto con much@s compañer@s. Decirte que me alegra enormemente encontrarme con esa breve misiva donde haces alusión a nuestro encuentro en el supermercado, decirte tambien que aunque han pasado muchos años desde que fui tu alumno ha quedado dentro de mí un sentimiento de lucha, de solidaridad y de compromiso que muy sutilmente nos transmitiste hace tanto tiempo con tus enseñanzas. Atrás queda aquella musaraña que trajiste a clase, conservada en formol, y aquellas alusiones a nuestra tierra canaria a nuestras costumbres y a nuestra idiosincracia que teníamos que respetar e intentar comprender, impresionó en aquel entonces  porque además de formarnos en lo que decían los libros, te preocupaste de que nuestra identidad y la búsqueda de la verdad la tuviésemos siempre presente, fuiste de los pocos que se mojó; hoy, 16 años después te doy las gracias y espero seguir en la línea del respeto y el sentido común.

Un abrazo de Javier Cárdenes

En el escrito que acabas de leer se hace mención a un texto, que está colgado en este mismo blog, que se titula “Yo me quiero sumar a la Asociación”. Se trata de un artículo que hace alusión a un encuentro con un ex alumno en un supermercado, con Javier Cárdenes, que me preguntó por el tema del Municipio de San Lorenzo y también se hace alusión a su página web.

YO ME QUIERO SUMAR A LA ASOCIACIÓN:

¡Hola! ¿Cómo estás? Esta tarde en el supermercado, no voy a decir en cuál de ellos, me encontraba con un ex alumno, y después de los sentidos saludos me preguntó por el tema de San Lorenzo, ya que lo había visto en la prensa. Aprovechando este hecho he querido hacer un homenaje a todos los miembros de la Asociación de la que, con mucho orgullo, formo parte y que, día a día, desde las diferencias y variadas capacidades, aportan lo mejor que llevan dentro, haciendo que un proyecto de recuperación de la verdad, se haga una maravillosa realidad, en la que todos somos portadores de una idea que es muy gratificante.

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