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Don Juan el Canario ya tenía lo suyo después de burrear toda la vida, lamentaba desconsolado y en silencio que su cuerpo no lo acompañara en sus deseos.
Debía calcular paso por paso, apoyado en su azada guataca deambulaba por el patio de su casa de retiro, pero una vida de actividad fecunda crea hábitos inolvidables.
Si bien ya se había alejado de la cría de vacunos y lanares, labranza y cosecha como colono mediero, podía, cada vez menos, disfrutar pasatiempos como para entretenerse, remendar bolsas y guarniciones, trenzar un lazo, tusar un mancarrón, emprolijar los vasos de un potro y las pezuñas de un toro, todas tareas para nada rentadas pero retribuidas con el afecto que despertaba su nobleza y desprendimiento, hacia propios y extraños.
La vidita del viejo se desarrollaba dentro de la casa y su fondo patio, alimentando con celo los animales domésticos, cuidando huerto y plantas, en perfecta coordinación simbiótica con los deseos de su esposa desde hacía mas de 50 años, la canaria Doña Julia Henríquez González.
En el patio de tierra no dejaba venir la grama a pura azada y escoba, contrariando las costumbres de sus ex patrones británicos de rodearse de gramilla baja.
Era el necesario comodín, mas servicial que un yesquero (1), apoyo de parientes y vecinos, ayudando siempre, aunque no se lo pidiesen..
Tanto tiempo para meditar a alguien acostumbrado a obrar más que a pensar, provocaba una vuelta en su conducta, estaba melancólico y demasiado sensible para un hombre aparentemente tan duro, justamente él, que se despidió de sus padres a los 17 años en 1886, en el pago de Tamaraceite, Municipio de San Lorenzo en la Gran Canaria , forzado a no verlos nunca mas, a un metro de distancia, bajando la vista y arrugando la boina, ni un lloro ni un abrazo ni un beso, esas debilidades no eran para esos canarios.
Ablandarse él, que susurraba en el trato de usted a sus hijos y esposa y luego checheaba(2) y carajeaba(3) aturdiendo a cualquiera de afuera, por fornido que fuese o armado que estuviese,
Justamente él, Don Juan el Canario, el de la chacra Sansofé, aflojaba ahora, en su senectud.
Viendo las cosas, su hijo menor Alfonso Jiménez Henríquez, fino ebanista desocupado, tarareaba buscando confirmación (4), un tango, sin que lo escuchase su madre, la siempre muy bella , morrocotuda y canarísima Doña Julia Henríquez González ,
El hombre como el caballo,
Cuando ha llegado a la meta,
Afloja el tren de carrera
se vuelve manso y sobón.-
Después de la Navidad, que con su carga de esperanza desentuma perdones, la pampa argentina ofrece jubileo de rayos candentes, rubrica los frutos escalonados en su cosecha, arranca tímida con los nísperos en Agosto y Septiembre, las moras en Octubre , después de la trilla del trigo, la cosecha de carozos , y los primeros días de Enero a las uvas se le adelantaban las brevas de los higos, los choclos reían a calderadas y todo era fiesta y abundancia, para los grandes usuarios del monte frutal , los pájaros silvestres.
El Viejo, un par de horas antes del alba, revivía el fuego con sarmientos de la poda de las parras y calentaba solo un jarro de agua, con dificultad llevaba pava y mate abajo de los árboles frutales y se extasiaba con la mansedumbre de los variados pájaros que ignorándolo discutían y arreglaban sus diferendos de pareja y territorio a puro grito y picotazo.
Su relación con los pájaros hasta entonces era por demás de alegre y solidaria, horneros, martín pescador, benteveo, calandria, zorzales y tordos, todos cantores, lo reconfortaban con su confianza.
El Viejo en soledad, conversaba a su modo con los pájaros, hasta hacía arreglos ofreciendo beneficios porque el tenía mucho que envidiarles, sobre todo la agilidad y el canto, y especialmente mucho tenía para rogar ese año a los pájaros.
Bien recordaba a los capirotes, las cantoras aves canarias de su niñez, el abubilla o tabobo, papamoscas cerrojillo, petirrojo, zorzal, lavandera blanca, vuelvepiedras, correlimos zarapitín, los confundía con los de su ocaso, las calandrias, zorzales, benteveos, boyeros, horneros y congos, ya no los distinguía, para el eran los mismos, los de siempre, asimilaba los repentistas(5) canarios con los payadores(6) rioplatenses
Le había hecho muchos favores a los pájaros, si bien no era hombre de enrostrar gentilezas, había incentivado el desarrollo del ingénito instinto antigato que tenía su perra, la Loli y los felinos del barrio oteaban maullando a los pichones de la casa de Don Juan desde cien metros, no se atrevían a saquear los nidos.
Jamás Juan podaba un árbol perenne, los sabía el refugio de invierno y amparo perfecto, también tenía a raya a los perros, si amagaban correr un pájaro o acosarlo, un muy leve golpe de azada era el recordatorio que estaba vedado molestarlos, inclusive, días atrás se plantó frente a la Loli, su sombra, defendiendo un pichón de calandria, que los padres reclamaban a puro chillido que se escondiese ante la proximidad de la perra.
Durante todo el año, todos los días con cualquier tiempo, de la pitanza de la perra apartaba un par de cucharones de polenta y lo depositaba cuidadoso en la horqueta de un níspero, de ahí los emplumados se servían a destajo.
Si señor, era coherente y hasta justo que el viejo pensase que los pájaros deberían corresponderle, cumplir su palabra, era tan poco lo que les pedía.
Juan había establecido que los pájaros podrían probar de todas las frutas para su consumo, inclusive podrían devorar entera una parra de moscatel blanca, pero….había unas uvas de una planta que indefectiblemente no debían tocar, era la primera cosecha de una uva canaria…….una Maria Ordoña (7) , con ella haría el vino para todo el año, 25 baldes de 20 kilos, harían 500 kilos de uva, eran 365 litros de vino tinto, un litro por día, medio en cada comida, un cuarto para él y un cuarto para Doña Julia, que bien sabía de cálculos, su marido, era analfabeto.
Don Juan llevaba a su relación con los pájaros, lo que había escuchado repetidas veces de niño, en la Parroquia de San Lorenzo en la Gran Canaria donde fue bautizado el 29 de Marzo de 1869, y vuelto a escuchar lo mismo, ya padre de familia, en la Parroquia Exaltación de La Santa Cruz de Noetinger, Pcia de Córdoba en Argentina.
De todas las frutas menos de una, había dicho Dios a Adan y Eva, y lo mismo dijo Don Juan a los pájaros, que habrá mas bueno y justo que repetir lo que proponía Dios, farfullaba.
Sudaba frío imaginando ver verdaderos jolgorios de plumas y parloteo, devorándose hasta la ultima uva, hecha pasa, de la parra que hacia 4 años velaba, una Maria Ordoña, traída desde Gran Canaria por un paisano exilado. Si lo pájaros, lo mas parecido a un ángel por las alas, que eran de canto, eran además de palabra, se abstenian de devorarlas, cumpliendo el mandato divino, Don Juan tendría entonces su tesoro, un pedacito de Tamaraceite diariamente en su mesa y por fin, recién este año, 1948, lo premiaría Dios con un millón de uvas canarias, dulzonas, redondas y color negro-azulado.
Conocedor a fondo de la situación, ya que el mismo la había creado, ansioso, dudaba del éxito, pero bien sabía que quería, quería las uvas para hacer vino canario para todo el año.-
Los vecinos comedidos sugerían soluciones, el farmacéutico, catalán sefardí del Call de Barcelona, lo quería convencer que no era cuestión de entregarse, había que pelearla, como todo en la vida, de acuerdo a su profesión le hizo un análisis de todos los componentes del problema, los parámetros normales y los patológicos de la conducta de: pájaros, frutas, cualquiera menos una, Dios, ángeles, uvas canarias, primera cosecha, polenta diaria, perros tolerantes y hasta los gatos.
El boticario, sabio del pueblo afirmó que ahí estaba la solución, había que espantar los pájaros con los gatos, ¡sin que los hieran!, aclaró como un rayo y asintiendo Don Juan,
-Que solo los espanten, bien podrán hacerlo estos gatos, que no todo emplumado es Calcuta- (8 )
Pero al viejo le disgustaba demasiado pactar con el enemigo de toda la vida, el sefardí rebuscó en su sabiduría una respuesta degradante:
- Aprenda Don Juan de quienes nos mandan, ¿que harían los dueños de la estancia si tuviesen este problema, ¿eh?, los británicos no tienen aliados permanentes, pero sí intereses permanentes, como dijo mi ex paisano Benjamín Disraeli, si quiere salvar las uvas, atraiga los enemigos de sus protegidos que se le han vuelto enemigos, pero póngale limites, si puede, recuerde , vencerá pero no convencerá, como les dijo Unamuno a los franquistas en la Universidad de Salamanca en 1936, el gato es……..gato.
Al otro día a Doña Julia le desaparecieron de la charquera (9) dos lascas de hígado, le pareció raro, pero pasó, porque ella también renegaba con su memoria y su vista.
El hígado cortado en dados hizo el caminito de la zona de los gatos hasta la parra primeriza repleta de pintona uva canaria., un nieto, el Tito Bianucci apoyó el operativo con medio bofe de un yeguarizo quebrado que se lo ató a los alambres y tutores que sostenían la parra.
Los gatos, cinco adultos y dos cachorros se relamían los bigotes con tanto bastimento, se la pasaban todo el día y sus noches balanceándose entre los racimos y hasta dormían despatarrados y aburridos, el viejo respiraba agradecido, las uvas madurarían en un par de días y las pisaría haciendo un muy buen mosto con las uvas del Bastardo Negro Canario, también llamado Maria Ordoña, oriundo de Tamaraceite.
Pero, a los dos días, Don Juan mirando la parra no divisaba ningún gato y ningún pájaro cerca, sí revoloteaban expectantes por los alrededores, dejó pasar toda la mañana, extrañado, almorzó mirando para la parra, toda violeta y verde, apenas pudo dormir la siesta preocupado, se levantó como para ir al escusado sin dejar de mirar la parra, estaban todas las uvas, hasta parecía que le sonreían, sin gatos ni pájaros, todo tranquilo, demasiado tranquilo malició.
Volviendo del baño se acercó a las uvas, las miraba extasiado, probó algunas, le falta un día mas, sentenció , pero detrás de él, confiado y silencioso un zorzal colorado desde un fresno apuntaba el planeo derecho a la parra, ni alcanzó a posarse junto a un racimo , cuando una sombra barcina salió del fondo de las hojas de la parra y se les vino encima, cayeron juntos, viejo, gato y zorzal, el pájaro hecho un ovillo de plumas ensangrentadas, el gato mordió lo apresado y aprovechando el envión saltó y se refugió de nuevo en su escondite, lo recibieron con maullidos de pedidos de distribución, sus compañeros, todos emboscados.
Don Juan se apoyaba en la azada guataca para reponerse, él mismo que susurraba a la familia, era ahora, un solo alarido :
¡Zape¡Mándense a mudar carajo!! ¡Hijunagranputa tuito los de tu laya !
Pretendía discutir con los gatos a puteada limpia que ellos habían sido agasajados y mantenidos a manjares para que con su figura disuadiesen a los atrevidos pecadores digo pájaros, no para que los repriman escondidos, cobardemente emboscados y ataquen a sus variopintos cantores, que necesitaban disuasión, no represión asesina.
Los gatos entendieron que se había terminado el conchabo y saliendo de a uno se hicieron chiquitos cruzando la calle y terminaron indiferentes lamiéndose al sol, sobre un tapial.
Al rato nomás, sin semejante guardia pretoriana, los pájaros se acercaban para el asalto final y ya probaban algunas uvas primicia de maduración precoz, que si bien le faltaban según Juan un día de buen sol para vinificar, estaban más que aptas para el consumo fresco.-
El boticario, seguía analizando, estaba de acuerdo con el viejo que en el Viejo Testamento, común a judíos y cristianos, Dios había sentenciado, de todas las frutas menos de una, pero si ni Dios pudo con la naturaleza humana, de ahí y salvando las distancias, el fracasado arreglo con los gatos que había propuesto, evidentemente, los gatos aunque satisfechos de todo, como algunos hombres gozaban matando, se llevaban mas por su instinto represor ante indefensos, que respetar pactos de convivencia entre antagónicas personas inteligentes y decentes.
La novedad había corrido por el pueblo, en cada mostrador de boliche (10) y en la salida de las misas había seguro un comentario sobre lo que haría el viejo, hasta lo visitaban para aconsejarlo, todos le prometían algo malo a los pájaros que indolentes picoteaban la parra, turnarse para espantarlos, municiones, maldiciones, comadrejas, gualichos, payé, pedradas, bombas de estruendo de la comuna, total para el 25 de mayo faltaba mucho, el chupinazo de los vascos, poner un carancho embalsamado, un par de gallos o iguanas atados, hacer ruido, hasta rezar.
Hugo Bur, como descendiente de nacidos en el canton de Berna , proponía arreglar el asunto a la suiza, se vino con su sombrero emplumado y con una W&C Scott & son, del 12 grande y 48 cartuchos recargados con finísima munición del 9, la del tiro al platillo cuando se terminaban las palomas , rodilla en tierra entre los tomates, ya estaba listo, cargado y asegurado, el viejo le susurró.
-Vete ya Chacho, que si mi Julia nos vé, nos deguella de parao, a los dos-
Hugo Bur obedeció, realmente lo quería al viejo, pero le dejaba el armamento, por si se arrepentía…….
Don Juan, pacientemente, sacó de varios cartuchos las pequeñísimas municiones, y lo recargó con tierra, muy apretados los tacos, aprovecharía el ruido para espantar sin herir,
El primer tiro sonó como un cañonazo y el segundo remató la faena, gran desbande del pajarerío, voló la boina gastada por el aire, pero su nieto preferido, el Tito Bianucci, llegó corriendo asustado y al ver el humito salir de los cañones de la escopeta imglesa, corrió a avisar a Dona Julia
Aguela, Aguela, el aguelo stá fusilando ai passarotti-.
Doña Julia Henríquez Gónzalez, maestra recibida, puesta a chacarera por amor a su Juan, la de la mano de terciopelo para acariciar a un nieto y capaz de matar de un ladrillazo a un ternero mañero, no tocaba el suelo con las chancletas, lo encara feo a Don Juan , y como instruida que era, toma altura y masticando las palabras, de menor a mayor le dice.-
-Con que fusilando,…… Juan Bautista, bien te tendrías que haber quedado en Tenoya con tu amigo el Mingo Guerra Hernández o en tu Tamaraceite , o en San Lorenzo o mejor en Las Palmas, ya que eres tan afecto a fusilar inocentes que no están de acuerdo con tu deseo de baja grandeza a costa de cualquiera que se te cruce……….,
y tú, mi Juan, luego te quejas de los dogos de presa que con un poquito de poder en Canarias, ya se creyeron dioses y desarreglaron todo a los tiros, se cargaron a cuanto adversario, distinto o indefenso que se topó con ellos………..
-Anda , dime Juan, mi Juan, que tú, por un vaso de vino en la mesa, no eres como esos, que han fusilado (13) al Juan Santana Vega, al Antonio Ramírez Graña, al Manuel Hernández Toledo, al Matías López Morales y al Francisco González Santana…………………., dime por el buen Dios que no eres así, porque sino, he vivido maguanida (14) cincuenta años, arrebujada (15) al lado tuyo, porque entonces, malimpiado(16) ha sido todo……..y deja caer esa escopeta al escusado…….
o mejor usted,- dirigiéndose al nieto,
llévesela de vuelta al Hugo Bur y tíresela por las patas de parte mía.
El nieto obediente por decir algo al abuelo, que cabizbajo y avergonzado no tenía animo ni para explicar que solo tiraba al aire, con tierra, sin municiones,
-Aguelo Juan, má vale passarotto in mano que cien volando-,
Pero más que la mano fue el puño cerrado de Julia apenas rozando sin tocar la boca del niño, amenazante le clavó los ojos azules que se volvieron gris acero;
¡Anda machango!......Si haz de usar tu mano que sea para liberar y nunca para oprimir..
¡Mas valen cien pájaros volando, que uno en tu mano!
Glosario
1.- Extraído de El rancho - Romance/Aire de milonga.
Letra: C. M. Servetti. Música: Alberto Merlo.
2.-Chechear, tratar de ché, tratamiento coloquial no siempre afectivo, a veces degradante, como en este caso
3.- Carajear, mandar al carajo, lejos de su primogénita acepción marina, implica desprecio por la persona-
4.- Si no lo dice un tango son macanas, axioma de Julián Centella, (1910-1974), poeta urbano de Buenos Aires, Macanas; tonterías. A ver si el orador se deja de macanas. Domingo Faustino Sarmiento(San Juan, Argentina, 15 de febrero de 1811 – Asunción del Paraguay, Paraguay, 11 de septiembre de 1888) Presidente de la Nación Argentina(1868-1874)
(5) y ( 6).- Repentista, en Canarias y el Caribe, improvisadores de poesías cantadas en décimas. Payadas, en el Rio de la Plata, improvisadores de poesías cantadas en contrapunto,
ver: http://www.folkloretradiciones.com.ar/payadores.htm
(7) Maria Ordoña, Obtenido de "http://es.wikipedia.org/wiki/Bastardo_negro
(8).- Calcuta, gallo de pelea, legendario por su bravura,
(9). Jaula de tejido fino, colgada a los cuatro vientos, precaria conservadora de carnes frescas y salazones
(10) Boliche: taberna, almacén
(11) Gualicho, El Gualicho (en mapudungun "alrededor de la gente, véase Erize) también conocido como Gualichú, Walichú, Hualicho o Gualitxo; es un tipo de espíritu o ser dañino presente en la mitología mapuche más austral y principalmente en la cultura Tehuelche. Wikipedia- Gualicho
(12) Payé, hechizo o contra hechizo, talismán protector de los originarios pueblos guaraníes. Ver Velmiro Ayala Gauna (Corrientes, 22 de marzo de 1905 – Rosario, 29 de mayo de 1967 Cuentos correntinos.
(13) www.municipiodesanlorenzo.com
Fusilados y encarcelados en el 1937
En el Municipio de San Lorenzo, Gran Canaria, colindante con Las Palmas su capital, al igual que en el resto de los municipios de toda España, sucedieron hechos relacionados con la Guerra Civil Española. En el año 1937 fueron fusilados las cinco primeras personas de esta lista, marcadas en cursiva, y el resto fueron condenados a diferentes penas de prisión.
Juan Santana Vega (conocido por Juan Machado).
Antonio Ramírez Graña.
Manuel Hernández Toledo.
Francisco González Santana.
Matías López Morales.
Demófilo Mederos Pérez.
Luis Falcón Déniz.
Antonio Rivero González.
José Fiol Santana.
Santiago Medina Tejera.
Manuel Henríquez Ruiz.
José Pérez Vera.
Juan Ojeda Lantigua.
Francisco Santana Vega.
Santiago Santana López.
Sebastián Rivero Santana.
Juan García González.
Salvador Pérez Nieves.
Antonio Alonso Cabrera.
Félix Montesdeoca Pérez.
Roque Montesdeoca Pérez. (Hoy en día vive)
Domingo Valencia Armas. (Hoy en día vive)
del libro “Historia del Municipio San Lorenzo de Tamaraceite: Recuperando la memoria histórica”, de Juan Franciso Santana Domínguez, que trata del juicio que se hizo a todos esos hombres:
(14) Maguanida; voz canaria, Atontada, sin razonamiento
(15) Malimpiado: voz canaria, Desaprovechado, sin provecho
(16)Arrebujarse: voz canaria, Acercarse demasiado a una persona
Agradezco la colaboración del maestro armero lombardo Arquitecto Raúl Juan Bussola.
Debía calcular paso por paso, apoyado en su azada guataca deambulaba por el patio de su casa de retiro, pero una vida de actividad fecunda crea hábitos inolvidables.
Si bien ya se había alejado de la cría de vacunos y lanares, labranza y cosecha como colono mediero, podía, cada vez menos, disfrutar pasatiempos como para entretenerse, remendar bolsas y guarniciones, trenzar un lazo, tusar un mancarrón, emprolijar los vasos de un potro y las pezuñas de un toro, todas tareas para nada rentadas pero retribuidas con el afecto que despertaba su nobleza y desprendimiento, hacia propios y extraños.
La vidita del viejo se desarrollaba dentro de la casa y su fondo patio, alimentando con celo los animales domésticos, cuidando huerto y plantas, en perfecta coordinación simbiótica con los deseos de su esposa desde hacía mas de 50 años, la canaria Doña Julia Henríquez González.
En el patio de tierra no dejaba venir la grama a pura azada y escoba, contrariando las costumbres de sus ex patrones británicos de rodearse de gramilla baja.
Era el necesario comodín, mas servicial que un yesquero (1), apoyo de parientes y vecinos, ayudando siempre, aunque no se lo pidiesen..
Tanto tiempo para meditar a alguien acostumbrado a obrar más que a pensar, provocaba una vuelta en su conducta, estaba melancólico y demasiado sensible para un hombre aparentemente tan duro, justamente él, que se despidió de sus padres a los 17 años en 1886, en el pago de Tamaraceite, Municipio de San Lorenzo en la Gran Canaria , forzado a no verlos nunca mas, a un metro de distancia, bajando la vista y arrugando la boina, ni un lloro ni un abrazo ni un beso, esas debilidades no eran para esos canarios.
Ablandarse él, que susurraba en el trato de usted a sus hijos y esposa y luego checheaba(2) y carajeaba(3) aturdiendo a cualquiera de afuera, por fornido que fuese o armado que estuviese,
Justamente él, Don Juan el Canario, el de la chacra Sansofé, aflojaba ahora, en su senectud.
Viendo las cosas, su hijo menor Alfonso Jiménez Henríquez, fino ebanista desocupado, tarareaba buscando confirmación (4), un tango, sin que lo escuchase su madre, la siempre muy bella , morrocotuda y canarísima Doña Julia Henríquez González ,
El hombre como el caballo,
Cuando ha llegado a la meta,
Afloja el tren de carrera
se vuelve manso y sobón.-
Después de la Navidad, que con su carga de esperanza desentuma perdones, la pampa argentina ofrece jubileo de rayos candentes, rubrica los frutos escalonados en su cosecha, arranca tímida con los nísperos en Agosto y Septiembre, las moras en Octubre , después de la trilla del trigo, la cosecha de carozos , y los primeros días de Enero a las uvas se le adelantaban las brevas de los higos, los choclos reían a calderadas y todo era fiesta y abundancia, para los grandes usuarios del monte frutal , los pájaros silvestres.
El Viejo, un par de horas antes del alba, revivía el fuego con sarmientos de la poda de las parras y calentaba solo un jarro de agua, con dificultad llevaba pava y mate abajo de los árboles frutales y se extasiaba con la mansedumbre de los variados pájaros que ignorándolo discutían y arreglaban sus diferendos de pareja y territorio a puro grito y picotazo.
Su relación con los pájaros hasta entonces era por demás de alegre y solidaria, horneros, martín pescador, benteveo, calandria, zorzales y tordos, todos cantores, lo reconfortaban con su confianza.
El Viejo en soledad, conversaba a su modo con los pájaros, hasta hacía arreglos ofreciendo beneficios porque el tenía mucho que envidiarles, sobre todo la agilidad y el canto, y especialmente mucho tenía para rogar ese año a los pájaros.
Bien recordaba a los capirotes, las cantoras aves canarias de su niñez, el abubilla o tabobo, papamoscas cerrojillo, petirrojo, zorzal, lavandera blanca, vuelvepiedras, correlimos zarapitín, los confundía con los de su ocaso, las calandrias, zorzales, benteveos, boyeros, horneros y congos, ya no los distinguía, para el eran los mismos, los de siempre, asimilaba los repentistas(5) canarios con los payadores(6) rioplatenses
Le había hecho muchos favores a los pájaros, si bien no era hombre de enrostrar gentilezas, había incentivado el desarrollo del ingénito instinto antigato que tenía su perra, la Loli y los felinos del barrio oteaban maullando a los pichones de la casa de Don Juan desde cien metros, no se atrevían a saquear los nidos.
Jamás Juan podaba un árbol perenne, los sabía el refugio de invierno y amparo perfecto, también tenía a raya a los perros, si amagaban correr un pájaro o acosarlo, un muy leve golpe de azada era el recordatorio que estaba vedado molestarlos, inclusive, días atrás se plantó frente a la Loli, su sombra, defendiendo un pichón de calandria, que los padres reclamaban a puro chillido que se escondiese ante la proximidad de la perra.
Durante todo el año, todos los días con cualquier tiempo, de la pitanza de la perra apartaba un par de cucharones de polenta y lo depositaba cuidadoso en la horqueta de un níspero, de ahí los emplumados se servían a destajo.
Si señor, era coherente y hasta justo que el viejo pensase que los pájaros deberían corresponderle, cumplir su palabra, era tan poco lo que les pedía.
Juan había establecido que los pájaros podrían probar de todas las frutas para su consumo, inclusive podrían devorar entera una parra de moscatel blanca, pero….había unas uvas de una planta que indefectiblemente no debían tocar, era la primera cosecha de una uva canaria…….una Maria Ordoña (7) , con ella haría el vino para todo el año, 25 baldes de 20 kilos, harían 500 kilos de uva, eran 365 litros de vino tinto, un litro por día, medio en cada comida, un cuarto para él y un cuarto para Doña Julia, que bien sabía de cálculos, su marido, era analfabeto.
Don Juan llevaba a su relación con los pájaros, lo que había escuchado repetidas veces de niño, en la Parroquia de San Lorenzo en la Gran Canaria donde fue bautizado el 29 de Marzo de 1869, y vuelto a escuchar lo mismo, ya padre de familia, en la Parroquia Exaltación de La Santa Cruz de Noetinger, Pcia de Córdoba en Argentina.
De todas las frutas menos de una, había dicho Dios a Adan y Eva, y lo mismo dijo Don Juan a los pájaros, que habrá mas bueno y justo que repetir lo que proponía Dios, farfullaba.
Sudaba frío imaginando ver verdaderos jolgorios de plumas y parloteo, devorándose hasta la ultima uva, hecha pasa, de la parra que hacia 4 años velaba, una Maria Ordoña, traída desde Gran Canaria por un paisano exilado. Si lo pájaros, lo mas parecido a un ángel por las alas, que eran de canto, eran además de palabra, se abstenian de devorarlas, cumpliendo el mandato divino, Don Juan tendría entonces su tesoro, un pedacito de Tamaraceite diariamente en su mesa y por fin, recién este año, 1948, lo premiaría Dios con un millón de uvas canarias, dulzonas, redondas y color negro-azulado.
Conocedor a fondo de la situación, ya que el mismo la había creado, ansioso, dudaba del éxito, pero bien sabía que quería, quería las uvas para hacer vino canario para todo el año.-
Los vecinos comedidos sugerían soluciones, el farmacéutico, catalán sefardí del Call de Barcelona, lo quería convencer que no era cuestión de entregarse, había que pelearla, como todo en la vida, de acuerdo a su profesión le hizo un análisis de todos los componentes del problema, los parámetros normales y los patológicos de la conducta de: pájaros, frutas, cualquiera menos una, Dios, ángeles, uvas canarias, primera cosecha, polenta diaria, perros tolerantes y hasta los gatos.
El boticario, sabio del pueblo afirmó que ahí estaba la solución, había que espantar los pájaros con los gatos, ¡sin que los hieran!, aclaró como un rayo y asintiendo Don Juan,
-Que solo los espanten, bien podrán hacerlo estos gatos, que no todo emplumado es Calcuta- (8 )
Pero al viejo le disgustaba demasiado pactar con el enemigo de toda la vida, el sefardí rebuscó en su sabiduría una respuesta degradante:
- Aprenda Don Juan de quienes nos mandan, ¿que harían los dueños de la estancia si tuviesen este problema, ¿eh?, los británicos no tienen aliados permanentes, pero sí intereses permanentes, como dijo mi ex paisano Benjamín Disraeli, si quiere salvar las uvas, atraiga los enemigos de sus protegidos que se le han vuelto enemigos, pero póngale limites, si puede, recuerde , vencerá pero no convencerá, como les dijo Unamuno a los franquistas en la Universidad de Salamanca en 1936, el gato es……..gato.
Al otro día a Doña Julia le desaparecieron de la charquera (9) dos lascas de hígado, le pareció raro, pero pasó, porque ella también renegaba con su memoria y su vista.
El hígado cortado en dados hizo el caminito de la zona de los gatos hasta la parra primeriza repleta de pintona uva canaria., un nieto, el Tito Bianucci apoyó el operativo con medio bofe de un yeguarizo quebrado que se lo ató a los alambres y tutores que sostenían la parra.
Los gatos, cinco adultos y dos cachorros se relamían los bigotes con tanto bastimento, se la pasaban todo el día y sus noches balanceándose entre los racimos y hasta dormían despatarrados y aburridos, el viejo respiraba agradecido, las uvas madurarían en un par de días y las pisaría haciendo un muy buen mosto con las uvas del Bastardo Negro Canario, también llamado Maria Ordoña, oriundo de Tamaraceite.
Pero, a los dos días, Don Juan mirando la parra no divisaba ningún gato y ningún pájaro cerca, sí revoloteaban expectantes por los alrededores, dejó pasar toda la mañana, extrañado, almorzó mirando para la parra, toda violeta y verde, apenas pudo dormir la siesta preocupado, se levantó como para ir al escusado sin dejar de mirar la parra, estaban todas las uvas, hasta parecía que le sonreían, sin gatos ni pájaros, todo tranquilo, demasiado tranquilo malició.
Volviendo del baño se acercó a las uvas, las miraba extasiado, probó algunas, le falta un día mas, sentenció , pero detrás de él, confiado y silencioso un zorzal colorado desde un fresno apuntaba el planeo derecho a la parra, ni alcanzó a posarse junto a un racimo , cuando una sombra barcina salió del fondo de las hojas de la parra y se les vino encima, cayeron juntos, viejo, gato y zorzal, el pájaro hecho un ovillo de plumas ensangrentadas, el gato mordió lo apresado y aprovechando el envión saltó y se refugió de nuevo en su escondite, lo recibieron con maullidos de pedidos de distribución, sus compañeros, todos emboscados.
Don Juan se apoyaba en la azada guataca para reponerse, él mismo que susurraba a la familia, era ahora, un solo alarido :
¡Zape¡Mándense a mudar carajo!! ¡Hijunagranputa tuito los de tu laya !
Pretendía discutir con los gatos a puteada limpia que ellos habían sido agasajados y mantenidos a manjares para que con su figura disuadiesen a los atrevidos pecadores digo pájaros, no para que los repriman escondidos, cobardemente emboscados y ataquen a sus variopintos cantores, que necesitaban disuasión, no represión asesina.
Los gatos entendieron que se había terminado el conchabo y saliendo de a uno se hicieron chiquitos cruzando la calle y terminaron indiferentes lamiéndose al sol, sobre un tapial.
Al rato nomás, sin semejante guardia pretoriana, los pájaros se acercaban para el asalto final y ya probaban algunas uvas primicia de maduración precoz, que si bien le faltaban según Juan un día de buen sol para vinificar, estaban más que aptas para el consumo fresco.-
El boticario, seguía analizando, estaba de acuerdo con el viejo que en el Viejo Testamento, común a judíos y cristianos, Dios había sentenciado, de todas las frutas menos de una, pero si ni Dios pudo con la naturaleza humana, de ahí y salvando las distancias, el fracasado arreglo con los gatos que había propuesto, evidentemente, los gatos aunque satisfechos de todo, como algunos hombres gozaban matando, se llevaban mas por su instinto represor ante indefensos, que respetar pactos de convivencia entre antagónicas personas inteligentes y decentes.
La novedad había corrido por el pueblo, en cada mostrador de boliche (10) y en la salida de las misas había seguro un comentario sobre lo que haría el viejo, hasta lo visitaban para aconsejarlo, todos le prometían algo malo a los pájaros que indolentes picoteaban la parra, turnarse para espantarlos, municiones, maldiciones, comadrejas, gualichos, payé, pedradas, bombas de estruendo de la comuna, total para el 25 de mayo faltaba mucho, el chupinazo de los vascos, poner un carancho embalsamado, un par de gallos o iguanas atados, hacer ruido, hasta rezar.
Hugo Bur, como descendiente de nacidos en el canton de Berna , proponía arreglar el asunto a la suiza, se vino con su sombrero emplumado y con una W&C Scott & son, del 12 grande y 48 cartuchos recargados con finísima munición del 9, la del tiro al platillo cuando se terminaban las palomas , rodilla en tierra entre los tomates, ya estaba listo, cargado y asegurado, el viejo le susurró.
-Vete ya Chacho, que si mi Julia nos vé, nos deguella de parao, a los dos-
Hugo Bur obedeció, realmente lo quería al viejo, pero le dejaba el armamento, por si se arrepentía…….
Don Juan, pacientemente, sacó de varios cartuchos las pequeñísimas municiones, y lo recargó con tierra, muy apretados los tacos, aprovecharía el ruido para espantar sin herir,
El primer tiro sonó como un cañonazo y el segundo remató la faena, gran desbande del pajarerío, voló la boina gastada por el aire, pero su nieto preferido, el Tito Bianucci, llegó corriendo asustado y al ver el humito salir de los cañones de la escopeta imglesa, corrió a avisar a Dona Julia
Aguela, Aguela, el aguelo stá fusilando ai passarotti-.
Doña Julia Henríquez Gónzalez, maestra recibida, puesta a chacarera por amor a su Juan, la de la mano de terciopelo para acariciar a un nieto y capaz de matar de un ladrillazo a un ternero mañero, no tocaba el suelo con las chancletas, lo encara feo a Don Juan , y como instruida que era, toma altura y masticando las palabras, de menor a mayor le dice.-
-Con que fusilando,…… Juan Bautista, bien te tendrías que haber quedado en Tenoya con tu amigo el Mingo Guerra Hernández o en tu Tamaraceite , o en San Lorenzo o mejor en Las Palmas, ya que eres tan afecto a fusilar inocentes que no están de acuerdo con tu deseo de baja grandeza a costa de cualquiera que se te cruce……….,
y tú, mi Juan, luego te quejas de los dogos de presa que con un poquito de poder en Canarias, ya se creyeron dioses y desarreglaron todo a los tiros, se cargaron a cuanto adversario, distinto o indefenso que se topó con ellos………..
-Anda , dime Juan, mi Juan, que tú, por un vaso de vino en la mesa, no eres como esos, que han fusilado (13) al Juan Santana Vega, al Antonio Ramírez Graña, al Manuel Hernández Toledo, al Matías López Morales y al Francisco González Santana…………………., dime por el buen Dios que no eres así, porque sino, he vivido maguanida (14) cincuenta años, arrebujada (15) al lado tuyo, porque entonces, malimpiado(16) ha sido todo……..y deja caer esa escopeta al escusado…….
o mejor usted,- dirigiéndose al nieto,
llévesela de vuelta al Hugo Bur y tíresela por las patas de parte mía.
El nieto obediente por decir algo al abuelo, que cabizbajo y avergonzado no tenía animo ni para explicar que solo tiraba al aire, con tierra, sin municiones,
-Aguelo Juan, má vale passarotto in mano que cien volando-,
Pero más que la mano fue el puño cerrado de Julia apenas rozando sin tocar la boca del niño, amenazante le clavó los ojos azules que se volvieron gris acero;
¡Anda machango!......Si haz de usar tu mano que sea para liberar y nunca para oprimir..
¡Mas valen cien pájaros volando, que uno en tu mano!
Normando Vicente Jiménez Cesati
Enero de 2011
Barrio de Fisherton, Rosario Argentina
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Enero de 2011
Barrio de Fisherton, Rosario Argentina
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Glosario
1.- Extraído de El rancho - Romance/Aire de milonga.
Letra: C. M. Servetti. Música: Alberto Merlo.
2.-Chechear, tratar de ché, tratamiento coloquial no siempre afectivo, a veces degradante, como en este caso
3.- Carajear, mandar al carajo, lejos de su primogénita acepción marina, implica desprecio por la persona-
4.- Si no lo dice un tango son macanas, axioma de Julián Centella, (1910-1974), poeta urbano de Buenos Aires, Macanas; tonterías. A ver si el orador se deja de macanas. Domingo Faustino Sarmiento(San Juan, Argentina, 15 de febrero de 1811 – Asunción del Paraguay, Paraguay, 11 de septiembre de 1888) Presidente de la Nación Argentina(1868-1874)
(5) y ( 6).- Repentista, en Canarias y el Caribe, improvisadores de poesías cantadas en décimas. Payadas, en el Rio de la Plata, improvisadores de poesías cantadas en contrapunto,
ver: http://www.folkloretradiciones.com.ar/payadores.htm
(7) Maria Ordoña, Obtenido de "http://es.wikipedia.org/wiki/Bastardo_negro
(8).- Calcuta, gallo de pelea, legendario por su bravura,
(9). Jaula de tejido fino, colgada a los cuatro vientos, precaria conservadora de carnes frescas y salazones
(10) Boliche: taberna, almacén
(11) Gualicho, El Gualicho (en mapudungun "alrededor de la gente, véase Erize) también conocido como Gualichú, Walichú, Hualicho o Gualitxo; es un tipo de espíritu o ser dañino presente en la mitología mapuche más austral y principalmente en la cultura Tehuelche. Wikipedia- Gualicho
(12) Payé, hechizo o contra hechizo, talismán protector de los originarios pueblos guaraníes. Ver Velmiro Ayala Gauna (Corrientes, 22 de marzo de 1905 – Rosario, 29 de mayo de 1967 Cuentos correntinos.
(13) www.municipiodesanlorenzo.com
Fusilados y encarcelados en el 1937
En el Municipio de San Lorenzo, Gran Canaria, colindante con Las Palmas su capital, al igual que en el resto de los municipios de toda España, sucedieron hechos relacionados con la Guerra Civil Española. En el año 1937 fueron fusilados las cinco primeras personas de esta lista, marcadas en cursiva, y el resto fueron condenados a diferentes penas de prisión.
Juan Santana Vega (conocido por Juan Machado).
Antonio Ramírez Graña.
Manuel Hernández Toledo.
Francisco González Santana.
Matías López Morales.
Demófilo Mederos Pérez.
Luis Falcón Déniz.
Antonio Rivero González.
José Fiol Santana.
Santiago Medina Tejera.
Manuel Henríquez Ruiz.
José Pérez Vera.
Juan Ojeda Lantigua.
Francisco Santana Vega.
Santiago Santana López.
Sebastián Rivero Santana.
Juan García González.
Salvador Pérez Nieves.
Antonio Alonso Cabrera.
Félix Montesdeoca Pérez.
Roque Montesdeoca Pérez. (Hoy en día vive)
Domingo Valencia Armas. (Hoy en día vive)
del libro “Historia del Municipio San Lorenzo de Tamaraceite: Recuperando la memoria histórica”, de Juan Franciso Santana Domínguez, que trata del juicio que se hizo a todos esos hombres:
Al anexionar el Municipio de San Lorenzo al de Las Palmas de Gran Canaria el silencio era lógico, no sólo por el momento histórico en que sucedieron los hechos, sino porque no hacía muchos meses que cinco vecinos del Municipio de San Lorenzo habían sido fusilados, concretamente el 29 de marzo de 1937, en el Campo de Tiro de Infantería de la Isleta, por ser considerados enemigos del régimen franquista. Los cinco fusilados fueron: D. Antonio Ramírez Graña, D. Manuel Hernández Toledo, D. Francisco González Santana, D. Juan Santana Vega y D. Matias López Morales. El primero de los citados era vecino de Tamaraceite y, el día 20 de febrero del año 1936, había solicitado un permiso para poder celebrar, el día 22 del mismo mes, un mitin, para los vecinos de Tamaraceite, Tenoya y la Barriada, por la constitución del nuevo gobierno del Frente Popular; en el caso de D. Juan Santana Vega, hay que decir que fue Alcalde de San Lorenzo, en lo que se dio en llamar el Ayuntamiento Comunista.
http://www.municipiodesanlorenzo.com/index.php?option=com_content&task=view&id=58&Itemid=56
www.municipiodesanlorenzo.comhttp://www.municipiodesanlorenzo.com/index.php?option=com_content&task=view&id=58&Itemid=56
(14) Maguanida; voz canaria, Atontada, sin razonamiento
(15) Malimpiado: voz canaria, Desaprovechado, sin provecho
(16)Arrebujarse: voz canaria, Acercarse demasiado a una persona
Agradezco la colaboración del maestro armero lombardo Arquitecto Raúl Juan Bussola.
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El hombre, nuestro hombre, para no decir el nombre démosle por benévola convención el resalte de una cualidad por él apetecida, lo llamaremos el Rana, como sentenció Julián Centella (1) refiriéndose a Cristo.
Nuestro Rana, está todavía con el dilema de su vida, a los 66, mejor que nunca del seso, disconforme y desocupado de lo mismo pero con x, bichoco dirían los álgidos burreros como él, y algún cronista grafico: con escasos medios locomotivos para la categoría.
Este domingo 28 de Diciembre de 2008, va intrigado a ver el Clausura en el Hipódromo Independencia de Rosario, o lo que queda de él , un clásico para todo caballo fracasado en las luces(2) sobre 1600, corrían tres donde descollaba un 2 que luego de largar parado llegaría tercero cómodo, hasta ahí lo normal y corriente.
Por capacidad manifiesta de sobrevivencia, soporta no sin oprobio el estado lamentable del Hipódromo, decadentes burgueses rosarinos lo fundieron y la Municipalidad socialista lo muestra a quien quiera como un trofeo de la victoria popular a lo Pirro.
En la puerta del antiguo y señorial sector Oficial, un viejito, frugal y limpio, hace de control vano, la entrada es libre y se disculpa, no puede ofrecer un programa de las carreras, le habían dado muy pocos alega con una humildad que inspira piedad mucho antes que ira por la mancada.(3)
En la sectaria y hollada tribuna Oficial reina, exógeno, un enorme pelotero regenteado por maestras jardineras y en el césped prolijísimo de otrora, hongueado ayer con sillones de blanco mimbre donde se pavoneaban bogas, escribas, intermediarios viciosos, cirujanos aborteros, cualquier poderoso de turno y hasta alguna buena gente, enfundados en sus trajes cruzados a pesar de los cuarenta grados ambiente, hoy, unas matronas socialistas fornidas por subsidios y cajas de comida, cambian la yerba mate sobre las hortensias y pensamientos, además vigilan sobrinos y nietos en el soplado pelotero comunitario, infernal engendro que pretende curar natural hiperactividad con agotador desenfreno aparentemente inocuo.
El Rana vive dos carreras, con erizada de vellosidades y todo, en una, el de él, larga parado y en la otra gana el suyo por varios, se cumple la inexorable ley, como no había jugado ganó el que le gustaba, se reconforta, cree iluso, que es posible ganar en las carreras.
El sol, indolente del fomento equino, hace lo que bien sabe, encandila como el flash del rayero resaltando a los alazanes y zainos dorados pero también quema , el Rana buscaría refugio en las gradas, pero sufre su dificultad para subir las escaleras sin pasamanos, ¿nadie piensa facilitar el paseo de los minusválidos y jubilados burreros que buscan en el vigor y la agilidad de los pursang las virtudes vitales perdidas?.
Esas mismas escaleras las subía en los años 60, cuatro veces por carrera buscando armar la cuatrifecta salvadora , con toda la jurisprudencia y la doctrina burrera, con los datos, con los que le gustaban por los aprontes y corridas y con el husmeo sobre la ventanilla del sorpresa, candidato a batacazo .-.
Le aparece mentira, toma real conciencia de sus limitaciones, y no solo de las locomotivas.
En realidad, su mujer lo rajó de su casa, aquí el Rana hizo sapo, pero él no recoge el guante, se le cayó la fusta en el codo y sigue, ridículo, penúltimo, ganándole a un manco, a puro taco.
Está forfait de un matrimonio de 34 años , no tiene ni el consuelo de los puros con clase, que aunque medio podridos se van al haras a retozar en la avena con alfalfa y a enamorar ganadoras linajudas, adonde irá él…. , se pregunta, quizás al tacho en mortadela trucha(4) , o ¿tendrá por lo menos el destino internacional de bistec du cheval, a 4 euros el kilo en París como los de ocho años perdedores?, mira a lo lejos , para el palo de los 1000 está el cementerio El Salvador, donde lo espera su viejo, el gran Alfonso Gimenez, por Don Juan el Canario y Doña Julia( del Haras Tamaraceite Municipio de San Lorenzo en la Gran Canaria), aparte en los 1000, se sentiría acompañado de recordados hermanos, ahí enterraron siempre a los caballos quebrados pichicateados de estricnina.
Busca la puerta, quiere escapar, es un cuadrero mañero que no lo sofrena un vareador marmota, no soporta su indocilidad en los cajones y es retirado por el starter, se auto devuelve por Pagadores, renegando con las baldosas desparejas, apechuga y sale a lo Rana , a lo grande, por la Oficial.
El portonazo art déco está entreabierto como con vergüenza……..siempre lo odió pero ahora lo compadece, el portón fue un botonazo (5) implacable que ponía soberano inflexibles limites entre la ascendente clase media sin alcurnia del Paddoc y la gilada burrera harapienta de la Popular, de los elegantes socios del Jockey Club autoproclamados turfmen de la Oficial.
Con la bronca del amargo, se hace un chiste negro como la chaquetilla del uno, le dice al de las bisagras que a él también le llegó la decrepitud,
-Jodete por sectario, cipayo y alcahuete-,
Pero recapitula presto,
- No.que dije. Cipayo fue un crac y vo só un botón(4) jubilado, te pasó el socialismo por arriba, te pasó, gil.—
Solo él se regocija con sus chistes.
El viejito que era recibidor, es ahora cuidador de autos, con un periódico arrollado en el sobaco, como una fusta, acepta sin mirar ni evaluar la dadiva y lo acompaña respetuoso, a distancia, hasta el auto, el Rana engrana reversa, indica el palafrenero puesto a postigon que retroceda sin riesgo, poco vé el pobre hombre, un 4x4 de un creído inmortal pasa matando lo que se le cruce, a destajo, el Rana frena en seco, primero piensa en putear al viejo y luego coherente con su estilo pone la otra mejilla, baja el vidrio, manotea una de un peso y alarga la mano, le dice al veterano,
-Tomá pá lo anteojo, sino levanto hay rodada, le gritaría, abríte que me mato, a ese aprendiz de cuarta-, pero en la yeca (6) no hay donde reclamar por un pechazo en el codo.-
-El viejo capta el mensaje, los apagados ojos reviven, el Rana cree conservar la chispa de muchachón burrero, lo mide al viejo, lo vé perfecto en el físico concordante con su hípico concepto de belleza , chueco, manos callosas, como de 1,50 a la cruz , magro, fibroso, no mas de 52 kilos…..
- Vos acá adentro.., ¿vareabas?-
-Si Señor, además yo corrí, hace mucho, después hasta cuidé adentro y afuera,(7) tengo 80 y pico años,
-¡¿ Como te llamá??,
-Lujan, Señor…………
-¿André?-
Escucha un tímido sí, como de quien dá una falta envido y truco con tres cuatro, el Rana estalla, con el auto cruzado en la mitad de la calle, puteado por un enjambre de automovilistas nuestro Rana pelea con la puerta del auto para bajarse y abrazar al viejo.
-¡¡¡Andresito Lujan!!! Usté sí que era buen jockey, usted le hacía sombra al Flaco Baratucci (8), usté corría lo de Palacios en Buenosaire, te acordá de Carlos Varela, de Mario Loreto Carranza, todo te daban monta, hoy hay un premio con el nombre del Paisano Don Aurelio Palacio!!!!.-
DonAndrés Lujan no deglute tanto verso, siempre fue hombre simple, sin tanta fantochada ni fanfarria, quizás por eso estaba allí, cuidando autos y al ex portón cajetilla, todo a la vez, a los ochentaytanto, dos laburos a la vez, cuidador y jockey, siempre peón, como los grandes compositores del turf, artífices de campeones como el gran José Luis Martínez (9), claro, con distinta suerte.
El Rana deplora haberle dado solo un peso, puede darle mas, si tiene como doce en el bolsillo, por algo no había apostado. Por un grato recuerdo de hace 45 años es capaz de dar un brazo, pero teme apabullar u ofender a tan digo hombre.
Saluda afectuoso, cortés y delirante,
- Gracia Don André por todo lo que hizo por el turf rosarino….., -¿Se acuerda como se calentaba el Flaco si le agarraban la rienda o si le enganchaban lo estribo con lo espoline?,-
Don Andrés Lujan asiente ansioso, sonriendo, seguramente volvió unos instantes a los madrugones, al calidoscopio multicolor de las sedas de las chaquetillas, al hedor sui géneris de las riendas sobadas, al caballar sudor rancio por las vitaminas y al pegajoso hedor del aceite verde y a la inquisidora balanza Bianchi Legitima con aguja y sillita.
Don Andrés Lujan queda sonriendo, mostrando un solo canino superior cariado, el Rana sigue en su mundo a pesar de los bocinazos y puteadas.-
Sale en primera y sin cambiar de marcha varias cuadras, el motor es una tintorería, recuerda sonriente cuando los gitanos le pedían con su voz amortiguada al patriarca, que juegue los vales de la apuesta triple a Lujan, porque no era ladrón, afirmaban convencidos…….. los que del tema algo sabían
-¡¡¡¡VAJUGÁ LUJÁN VÁJUGÁ!!!!-
Recuerda y ahora hasta ríe, a los sicilianos de la redonda que jugaban en comunidad….., uno, el jefe, el as petiso entre los petisos sentenciaba en su media lengua cocoliche (10), a la hora de evaluar montas.
-¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡LUCANE, LUCANE E BUONO!!!!!!!!!!!-
----------------------------------------
GLOSARIO
1.- Poeta,15 de octubre de 1910: Nacimiento en Parma (Italia) de Amieto Enrique Vergiati –Julián Centella. Se inició en la radiotelefonía ,Julián Centella,’. Su primer obra fue ‘Camino’ estrenada por el cantor Ignacio Corsini en 1937, produciendo luego ‘Claudinette, A mí me la contaron, La vi llegar, Lluvia de Abril, Portón, P’a los muchachos’ y varias más. ‘El hombre gris de Buenos Aires’ falleció el 26 de julio de 1974.
2.- Grandes hipódromos argentinos, Palermo y San Isidro
3.- Mancada: falta
4.- Embutidos no autorizados
5.- Agente de Policía,
6.- Calle al revés, forma coloquial carcelaria encriptada.
7.- Adentro: hipódromos oficiales, afuera: carreras rurales extraoficiales llamadas cuadreras
8.- Angel Baratucci, jockey , recordman rosarino, ganó todas las carreras en una reunión
9.- José Luis Martínez, el hepta campeón español de jinetes.
10.-Cocoliche, lengua hablada por inmigrantes italianos. Hoy el cocoliche es un recuerdo que persiste en el tango, la literatura y los libros de historia, aunque ha dejado rastros en el habla argentina.
Nuestro Rana, está todavía con el dilema de su vida, a los 66, mejor que nunca del seso, disconforme y desocupado de lo mismo pero con x, bichoco dirían los álgidos burreros como él, y algún cronista grafico: con escasos medios locomotivos para la categoría.
Este domingo 28 de Diciembre de 2008, va intrigado a ver el Clausura en el Hipódromo Independencia de Rosario, o lo que queda de él , un clásico para todo caballo fracasado en las luces(2) sobre 1600, corrían tres donde descollaba un 2 que luego de largar parado llegaría tercero cómodo, hasta ahí lo normal y corriente.
Por capacidad manifiesta de sobrevivencia, soporta no sin oprobio el estado lamentable del Hipódromo, decadentes burgueses rosarinos lo fundieron y la Municipalidad socialista lo muestra a quien quiera como un trofeo de la victoria popular a lo Pirro.
En la puerta del antiguo y señorial sector Oficial, un viejito, frugal y limpio, hace de control vano, la entrada es libre y se disculpa, no puede ofrecer un programa de las carreras, le habían dado muy pocos alega con una humildad que inspira piedad mucho antes que ira por la mancada.(3)
En la sectaria y hollada tribuna Oficial reina, exógeno, un enorme pelotero regenteado por maestras jardineras y en el césped prolijísimo de otrora, hongueado ayer con sillones de blanco mimbre donde se pavoneaban bogas, escribas, intermediarios viciosos, cirujanos aborteros, cualquier poderoso de turno y hasta alguna buena gente, enfundados en sus trajes cruzados a pesar de los cuarenta grados ambiente, hoy, unas matronas socialistas fornidas por subsidios y cajas de comida, cambian la yerba mate sobre las hortensias y pensamientos, además vigilan sobrinos y nietos en el soplado pelotero comunitario, infernal engendro que pretende curar natural hiperactividad con agotador desenfreno aparentemente inocuo.
El Rana vive dos carreras, con erizada de vellosidades y todo, en una, el de él, larga parado y en la otra gana el suyo por varios, se cumple la inexorable ley, como no había jugado ganó el que le gustaba, se reconforta, cree iluso, que es posible ganar en las carreras.
El sol, indolente del fomento equino, hace lo que bien sabe, encandila como el flash del rayero resaltando a los alazanes y zainos dorados pero también quema , el Rana buscaría refugio en las gradas, pero sufre su dificultad para subir las escaleras sin pasamanos, ¿nadie piensa facilitar el paseo de los minusválidos y jubilados burreros que buscan en el vigor y la agilidad de los pursang las virtudes vitales perdidas?.
Esas mismas escaleras las subía en los años 60, cuatro veces por carrera buscando armar la cuatrifecta salvadora , con toda la jurisprudencia y la doctrina burrera, con los datos, con los que le gustaban por los aprontes y corridas y con el husmeo sobre la ventanilla del sorpresa, candidato a batacazo .-.
Le aparece mentira, toma real conciencia de sus limitaciones, y no solo de las locomotivas.
En realidad, su mujer lo rajó de su casa, aquí el Rana hizo sapo, pero él no recoge el guante, se le cayó la fusta en el codo y sigue, ridículo, penúltimo, ganándole a un manco, a puro taco.
Está forfait de un matrimonio de 34 años , no tiene ni el consuelo de los puros con clase, que aunque medio podridos se van al haras a retozar en la avena con alfalfa y a enamorar ganadoras linajudas, adonde irá él…. , se pregunta, quizás al tacho en mortadela trucha(4) , o ¿tendrá por lo menos el destino internacional de bistec du cheval, a 4 euros el kilo en París como los de ocho años perdedores?, mira a lo lejos , para el palo de los 1000 está el cementerio El Salvador, donde lo espera su viejo, el gran Alfonso Gimenez, por Don Juan el Canario y Doña Julia( del Haras Tamaraceite Municipio de San Lorenzo en la Gran Canaria), aparte en los 1000, se sentiría acompañado de recordados hermanos, ahí enterraron siempre a los caballos quebrados pichicateados de estricnina.
Busca la puerta, quiere escapar, es un cuadrero mañero que no lo sofrena un vareador marmota, no soporta su indocilidad en los cajones y es retirado por el starter, se auto devuelve por Pagadores, renegando con las baldosas desparejas, apechuga y sale a lo Rana , a lo grande, por la Oficial.
El portonazo art déco está entreabierto como con vergüenza……..siempre lo odió pero ahora lo compadece, el portón fue un botonazo (5) implacable que ponía soberano inflexibles limites entre la ascendente clase media sin alcurnia del Paddoc y la gilada burrera harapienta de la Popular, de los elegantes socios del Jockey Club autoproclamados turfmen de la Oficial.
Con la bronca del amargo, se hace un chiste negro como la chaquetilla del uno, le dice al de las bisagras que a él también le llegó la decrepitud,
-Jodete por sectario, cipayo y alcahuete-,
Pero recapitula presto,
- No.que dije. Cipayo fue un crac y vo só un botón(4) jubilado, te pasó el socialismo por arriba, te pasó, gil.—
Solo él se regocija con sus chistes.
El viejito que era recibidor, es ahora cuidador de autos, con un periódico arrollado en el sobaco, como una fusta, acepta sin mirar ni evaluar la dadiva y lo acompaña respetuoso, a distancia, hasta el auto, el Rana engrana reversa, indica el palafrenero puesto a postigon que retroceda sin riesgo, poco vé el pobre hombre, un 4x4 de un creído inmortal pasa matando lo que se le cruce, a destajo, el Rana frena en seco, primero piensa en putear al viejo y luego coherente con su estilo pone la otra mejilla, baja el vidrio, manotea una de un peso y alarga la mano, le dice al veterano,
-Tomá pá lo anteojo, sino levanto hay rodada, le gritaría, abríte que me mato, a ese aprendiz de cuarta-, pero en la yeca (6) no hay donde reclamar por un pechazo en el codo.-
-El viejo capta el mensaje, los apagados ojos reviven, el Rana cree conservar la chispa de muchachón burrero, lo mide al viejo, lo vé perfecto en el físico concordante con su hípico concepto de belleza , chueco, manos callosas, como de 1,50 a la cruz , magro, fibroso, no mas de 52 kilos…..
- Vos acá adentro.., ¿vareabas?-
-Si Señor, además yo corrí, hace mucho, después hasta cuidé adentro y afuera,(7) tengo 80 y pico años,
-¡¿ Como te llamá??,
-Lujan, Señor…………
-¿André?-
Escucha un tímido sí, como de quien dá una falta envido y truco con tres cuatro, el Rana estalla, con el auto cruzado en la mitad de la calle, puteado por un enjambre de automovilistas nuestro Rana pelea con la puerta del auto para bajarse y abrazar al viejo.
-¡¡¡Andresito Lujan!!! Usté sí que era buen jockey, usted le hacía sombra al Flaco Baratucci (8), usté corría lo de Palacios en Buenosaire, te acordá de Carlos Varela, de Mario Loreto Carranza, todo te daban monta, hoy hay un premio con el nombre del Paisano Don Aurelio Palacio!!!!.-
DonAndrés Lujan no deglute tanto verso, siempre fue hombre simple, sin tanta fantochada ni fanfarria, quizás por eso estaba allí, cuidando autos y al ex portón cajetilla, todo a la vez, a los ochentaytanto, dos laburos a la vez, cuidador y jockey, siempre peón, como los grandes compositores del turf, artífices de campeones como el gran José Luis Martínez (9), claro, con distinta suerte.
El Rana deplora haberle dado solo un peso, puede darle mas, si tiene como doce en el bolsillo, por algo no había apostado. Por un grato recuerdo de hace 45 años es capaz de dar un brazo, pero teme apabullar u ofender a tan digo hombre.
Saluda afectuoso, cortés y delirante,
- Gracia Don André por todo lo que hizo por el turf rosarino….., -¿Se acuerda como se calentaba el Flaco si le agarraban la rienda o si le enganchaban lo estribo con lo espoline?,-
Don Andrés Lujan asiente ansioso, sonriendo, seguramente volvió unos instantes a los madrugones, al calidoscopio multicolor de las sedas de las chaquetillas, al hedor sui géneris de las riendas sobadas, al caballar sudor rancio por las vitaminas y al pegajoso hedor del aceite verde y a la inquisidora balanza Bianchi Legitima con aguja y sillita.
Don Andrés Lujan queda sonriendo, mostrando un solo canino superior cariado, el Rana sigue en su mundo a pesar de los bocinazos y puteadas.-
Sale en primera y sin cambiar de marcha varias cuadras, el motor es una tintorería, recuerda sonriente cuando los gitanos le pedían con su voz amortiguada al patriarca, que juegue los vales de la apuesta triple a Lujan, porque no era ladrón, afirmaban convencidos…….. los que del tema algo sabían
-¡¡¡¡VAJUGÁ LUJÁN VÁJUGÁ!!!!-
Recuerda y ahora hasta ríe, a los sicilianos de la redonda que jugaban en comunidad….., uno, el jefe, el as petiso entre los petisos sentenciaba en su media lengua cocoliche (10), a la hora de evaluar montas.
-¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡LUCANE, LUCANE E BUONO!!!!!!!!!!!-
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Normando Vicente Gimenez Cesati
FishertonRosario Argentina, 30 de Diciembre del 2008-
FishertonRosario Argentina, 30 de Diciembre del 2008-
GLOSARIO
1.- Poeta,15 de octubre de 1910: Nacimiento en Parma (Italia) de Amieto Enrique Vergiati –Julián Centella. Se inició en la radiotelefonía ,Julián Centella,’. Su primer obra fue ‘Camino’ estrenada por el cantor Ignacio Corsini en 1937, produciendo luego ‘Claudinette, A mí me la contaron, La vi llegar, Lluvia de Abril, Portón, P’a los muchachos’ y varias más. ‘El hombre gris de Buenos Aires’ falleció el 26 de julio de 1974.
2.- Grandes hipódromos argentinos, Palermo y San Isidro
3.- Mancada: falta
4.- Embutidos no autorizados
5.- Agente de Policía,
6.- Calle al revés, forma coloquial carcelaria encriptada.
7.- Adentro: hipódromos oficiales, afuera: carreras rurales extraoficiales llamadas cuadreras
8.- Angel Baratucci, jockey , recordman rosarino, ganó todas las carreras en una reunión
9.- José Luis Martínez, el hepta campeón español de jinetes.
10.-Cocoliche, lengua hablada por inmigrantes italianos. Hoy el cocoliche es un recuerdo que persiste en el tango, la literatura y los libros de historia, aunque ha dejado rastros en el habla argentina.
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Cuídese Usted señorito
Cuento Canario
-Mira tú, Juan Jiménez Martel, recuerdas lo que ha dicho el dicho, “Como quieres que te quiera si eres un despatarrao, siempre con una pata aquí y la otra en el tejao”-
-Es que aunque no me ha desconajao,(1 ) la ofensa del toro no cura sola y creo que se me ha pasmao.(2 )
-Por mucho menos a cuantos le has dicho tu, cuando le ves a cualquiera medio tairo ( 3) -que alguno tenia que salir y saliste tú,-
-Julia, modérese- no me patee Usted en el suelo.
-¡Y que no!, que te vas al Rosario, lo buscas al Victoriano y que te lleve al hospital por la pasmadura, que con ungüentos de boticario o palabra(4), esto por aquí no se cura, es grande y profundo el tajo.
Rengueando como paspado en las hombrías, Don Juan el Canario subía al puntual tren, Doña Julia Henríquez González, le alcanzaba dos canastas, una pequeña con muda de ropa y para el viaje gallina hervida, pan, seis huevos duros, queso, dos butifarras y medio litro de vino, y otra mas grande con unto, panceta arrollada, y butifarras como presente para su cuñada Doña Micaela Méndez, esposa de Victoriano Henríquez González, su hermano menor.
En la estación Rosario Norte, adonde hacia mas de cuarenta años Juan había llegado por primera vez, en un coche de plaza, tirado por dos caballos, llegó al corralón del canario Victoreano Henríquez González, el Ñato (5 ) o Victor para los íntimos y el Ñato Pistola para todos los cocheros del Rosario de fines de 1933.-
Sincera sorpresa y alegría entre los anfitriones y la visita, poco había y todo se compartiría , en un aparte Juan, pudoroso, le confesó al Ñato el problema de su herida de la corneada del toro padre de la cabaña, que se la dio por ñacarlo (6 ) por no dejarse curar una abichada (7 )y como Juan lo había criado con mamadera de ternerito, creía entenderlo y dominarlo hasta ese momento, pero ahora el Hereford pesaba casi 800 kilos y tenia el mismo carácter podrido que su cuidador, al sentir el remedio sobre la herida retrocedió y seguramente sin querer( quería creer Juan) lo apretó con la cabezota astada en las verijas (8), rasgando la gruesa tela de bolsa de harina que cubría las intimidades de Juan, y el machucón no se curaba ni con sangrías ni sanguijuelas ni palan palan (9) ni azúcar ni nada y por eso decidió él ( mintiò), venir a buscar medico al Rosario.
El Ñato mostraba su entusiasmo y ayudaría a su cuñado, inclusive hizo un plan completo de atención sanitaria, trabajo y paseo para el próximo día.
Amanecía muy temprano ese 21 de Diciembre de 1933 en Rosario Argentina, el día mas largo del año del hemisferio Sur.
El Ñato durmió muy poco, de noche todavía ató los caballos al coche y convidó con mate (10 )amargo, Juan aceptó el yerbajo pero hubiese preferido desayunar como acostumbraba, a lo bestia, mate, café con leche, chorizo o butifarra y queso duro, algún huevo frito……… y lo que hubiese sobrado de la noche, pero en la ciudad las costumbres eran distintas y así, en ayunas, partieron hasta donde se reunían los cocheros de plaza con sus mateos (11) allí, luego de chacotear el Ñato con casi todos, los canarios se tomaron unos refrescos de anís y lo asentaron con un par de grapas, y el viaje hasta la Asistencia Pública fue mas rápido y alegre al trote de dos mancarrones(12) viejos.
Allí Juan conoció a los sesenta y tantos años lo que era una inyección, cuando vio venir la aguja endureció el músculo y la aguja se quebró, el enfermero maldijo quien sabe en que idioma y haciéndolo mirar hacia otro lado le sacó la punta de la saeta con una pinza de boca fina y le clavó otra aguja sin miramientos, Juan pensó nada mas que matarlo, los cortos brazos del Ñato, acostumbrados a las riendas apenas si lo retuvieron, Juan prometía simplemente matarlos a todos, los demás pacientes conocieron cuan es capaz de putear sin tomar aire, un canario dolorido.
Después de dos horas de terapia, Juan se sentía nada más que listo para morir, le dolía hasta el pelo de la ingle que le habían rasurado.
El Ñato, todavía eufórico por el desayuno y mucho mas por la compañía del pariente, mas lo tarde que se había hecho por la curación, dijo que no volverían a la casas a almorzar y que irían directo al Hotel Italia por unos jóvenes muy señores, para llevarlos a conocer el puerto, su río y los barcos, y debían recogerlos apenas se levantasen de dormir, como a las doce del mediodía. Juan entre el solazo, la fuga de la anestesia, el ayuno, la grapa, y el escuchar que alguien joven y sano se levante a las doce del mediodía, creía estar en el barco que lo trajo desde Tamaraceite por lo mareado y asqueado, no entendía nada de nada…era demasiado para él.
Lo que debía ser a las doce fue a las catorce, porque tardaban los señores en desayunar, avisó un botones del hotel, como para ir a una fiesta vinieron vestidos, saludaron cortésmente pero con autoridad y distancia al cochero y a su acompañante, ahora al pescante, e iniciaron trotando el camino hacia el río.
El Ñato notó enseguida por el santo y seña (13 ), con la experiencia que da la calle, que uno era porteño de Buenos Aires, otro catalán y el mas fino y mejor vestido, era andaluz, seguro.
El coche Victoria con la capota levantada protegía solo a los pasajeros del ardiente sol, no al auriga y su palafrenero, a medida que bajaban hacia al río, se notaba un y venir de changadores (14 ), carreteros, chatas de carga, algunos escasos camiones y una masa que se movía incesantemente, como un anárquico hormiguero humano, todo lo que se movía cargaba algo, Federico llegó a ver el río, aparentemente manso, gredoso, de color león, aspiró su particular olor a selva y marisma, preguntó cuan ancho era, cuando escuchó doce leguas entre islas y riachos, captó recién su potencial, bien custodiado detrás de una reja interminable…
El trote, por la carga y el calor se volvió apenas trabajoso paso de los sudados caballos, para llegar al río, necesariamente debían entrar al puerto, costear la cerca y entrar por un portón vigilado por militares marinos, que revisaron el coche y preguntaron demasiado a los pasajeros, extrañados los guardianes porque a alguien se le ocurriese pasear un día de trabajo en el puerto, luego de inquisidores cabildeos los dejaron pasar, no sin el disgusto de los señores, cuando el Ñato animó a los caballos, al grito de ¡tire tire mi JARAMAGO! (15 )¡¡Fuerza ZARANDAJO!!!(16 ) Federico preguntó porque el caballo se llamaba jaramago, ya que no era amarillo bayo como esas flores sino moro y que sus míseras semillas apenas si alimentan a un pájaro, el Ñato, que no era lerdo para contestar, le dijo,
-Porque todos dicen; el jaramago que no sirve para nada, pero a mi hace el gusto, me da bien de comer, porque soy canario como mi cuñado Juan B., y señaló a su acompañante.
Y el otro caballo se llama zarandajo?,
- No es su nombre, sino que es una forma de insultar a quien se me cruza u ofende sin derecho, como esos marinos, o los choferes(17) de los automóviles que se divierten encarando a los caballos, hago como que incito al caballo e insulto a la vez, pero no ofendo al animal y el vil no se da cuenta y yo.. apenas satisfecho por lo ajusticiado.
El señor Federico, el mas fino y elegante, abrió sus vivos ojos morenos y levantó las cejas cuanto pudo como celebrando algo próximo a suceder.
El piso del puerto cubierto de adoquines irregulares daba seguro soporte pero permitía solo paso muy lento, para hacer una media legua en el puerto se le fueron mas de cuatro horas, esquivando y dando rodeos entre el ajetreo interminable, que cargaban sacos con granos dorados, descargaban naranjas a granel, balas de yerba mate y algodón, hasta cientos de troncos de árboles inmensos que venían boyando enjangados (18 ) desde el norte selvático.
Unos changadores sin pique, (19) pescaban enormes peces que serian el único sustento de su familia en el día de trabajo no ganado.
Federico se maravilló de tanta actividad y de tan generosa tierra que proveía tan inmensa cantidad de frutos, sintiendo pesada la demasiada prisa y lo adusto de los ceños, pensaba casi entristecido..
¿Dónde está la poesía en estas tierras, que duende se atreverá a salir de toda esta alocada prisa sin que lo atropelle un carro o un barco, ni que lo cargue un peón… si encierran a tan generoso río (20 )para su servicio, que no se atreverán hacer con las gentes……… quisiera conocer a los poetas que le cantan a este río prisionero y su colmena, Brarda o Mateo Booz y otros, llegaran sus coplas a los niños del pueblo? seguramente los hallaré en el campo, me hablaron de un tal Pedroni, quiero leerlo, hablar si pudiese con él.
Paraná, curioso río, en estío y sin bañistas……….
Cuando dejaron el puerto costearon la cerca nuevamente hacia el centro de la ciudad, y nuevamente la requisa en el portón, al fin pasaron todos en silencio, los marinos afortunadamente no conocían ni el zaramago ni un zarandajo, los sufridos caballos a instancia de Juan necesitarían resollar para trepar la empinada barranca de la avenida Carlos Pellegrini, fueron atendidos por el Ñato en la tina destinada al efecto de un comedor portuario muy buen puesto, con muchas mesas preparadas.
Enfrente del establecimiento se leía SUNDEERLAND BAR EXCHANGE OF MONEY, Federico hacia unas anotaciones, atardecía, decidieron refrescarse también los señores, se ubicaron en unas mesas sombreadas, con piso regado y barrido, un mesero políglota, les preguntó que tomarían, ofreció por las entonaciones jerez o manzanilla, bien fría, Federico y su anotador, besó la yema de su dedo índice derecho y como marcando un do, humedeció la punta del lápiz de tinta y preguntó al cochero y al acompañante.
Así que sois canarios…………si gustáis, decidme de donde sois y como os llamáis,
Victoreano Henriquez Gonzalez, canario, auriga (21) pa servirle señor,
Juan Bautista Jiménez Martel, nacido en Tamaraceite, Municipio de San Lorenzo, pegado a Las Palmas de Gran Canaria, labrador allá y colono chacarero (22 ) acá, servidor señor.
Tu eres Juan Jiménez como mi admirado amigo Juan Ramón Jiménez y paisano de Don Benito Pérez Galdós, hace poco mas de diez años fallecido, poeta prolífico e inspirado como pocos, muy admirado por mí, decidme pues, por la memoria, gloria y fama de los poetas de España, que vais a tomar o comer?,
Pues nada de nada Señor, resollaremos con los caballos –dijo Juan- les esperamos que se refresquen ustedes y nosotros como corresponde, atendiendo el coche…
Que va, no hombre..os sentáis vosotros aquí a nuestra vera, que un jerez o manzanilla fresca no es de despreciar por un español..
El Ñato no dejó de decir que por nada del mundo iban a ser despreciados los señores en el convite, que de ver tanto trajín y agua se había secado y si el señor disponía convidar, ellos aceptarían.
Los vasos se llenaron y se vaciaron, a la segunda vuelta no se desearon salud, ya hubo brindis, por España, por la Segunda República Española, la democracia y por la libertad eterna de España y de los españoles allá donde se encuentren, a la tercera, pidieron sardinas, jamón crudo, queso, aceitunas y otra botella, brindaron por los buenos sean de donde sean, el atardecer llamaba a la confraternidad y……… al refresco.
Brillaban los ojos de Federico cuando explicaba a los atentos Canarios, que venía de la joven Segunda República Española, que en la variedad de ideas, que en la libertad de pensamiento, en lo variopinto de las ideologías, estaba el seguro de la democracia y que con ella y la instrucción que brindaría al pueblo vendría el respeto y el progreso, que él estaba desde el teatro La Barraca en ese propósito, cederían lugar seguramente las minorías hasta entonces dominantes al pueblo instruido, para dar paso a la pluralidad de ideas y el respeto a muerte por cualquiera de ellas.
Juan preguntó que decían y hacían esas minorías, Federico le dijo que deberán respetar la voluntad del pueblo en las elecciones libres, transigir y ceder privilegios, Juan lo miró como dolorido y no de sus heridas, le habló como a un hijo:
-Difícil que el chancho chifle, cuídese Usted señorito-
-Tu me previenes porque aquí en Argentina se la pasan admirando unos y temiendo otros a los militares fascistas y sus métodos, pero nosotros en la España Nueva, en elecciones libres hemos bien ganado la libertad y respeto para todos y deberán ceder privilegios.
El Ñato como si no le escuchase nadie acomodándose en su silla, farfulló
-Nuevos son los hombres, los problemas de España son siempre los mismos, anda, espántale las moscas al chacal dormido y que se te despierte………..
Federico obvió el comentario y prefirió releer de su anotador, nervioso rompió la mina de grafito, apareció un mocho y retacón lápiz de tinta que tenia de repuesto, Juan le sacó fina punta con su navaja y como imaginando una historia, sin preámbulo preguntó el de Granada a los ancianos canarios algunas soluciones según el criterio imperante de su antiguo pueblo a algunos problemas, como si se hubiesen planteado en Canarias cuando ellos la dejaron, allá por el año 1880 y pico.
-Si un matrimonio no tiene hijos, de quien es la culpa del hombre o de la mujer?-,
Juan contestó que casi siempre la mujer, porque el hombre sabe si puede porque practica antes y mas que la mujer de su casas.
Si la mujer no tiene hijos, puede enloquecer?
Asintió Victor y Juan, no debería, pero casi seguro que sí.
¿Debe cambiar de hombre?, contestaron a dúo, que no, o que sí, como hace el tordo (23 ) o el crialo(24 ), porque si el problema es de ella está condenada, pero que si puede con otro, y pretende traer un huevo ajeno al nido no le arriendan la ganancia.
Es que has leído Juan a Tirzo de Molina? (25)
Yo? Que va señor, -dijo Juan-, si yo no sé leer, Federico miró a su compañero y se sinceró en voz no muy alta.
Ya veis, este anciano no es instruido pero es educado, esa educación de labrador es lo que quiero expresar en esta obra que venia escribiendo en el barco, por estar ubicada en esa Andalucía de 1920, que ya no existirá jamás en España, debe ser historia muerta, bien enterrada, un documento de lo que dejaremos definitivamente atrás por las mejoras políticas y mayor educación que nos dará la democracia, es una obra con labriegos pujantes, y quien mejor que nuestros amigos canarios para hablar sobre estos temas, tan ajenos a nosotros, intelectuales no burgueses, y que por pura inspiración artística no podremos pensar como ellos, sino escuchando y bebiendo de la fuente este manantial de educación, virgen de toda instrucción deformante.
-Anda, echad otra vuelta y otro brindis-.-Dime que pensáis de la mujer que va por la calle,
Juan aseguró que la calle es para gente desocupada o para los cocheros, y la mujer tanto como el hombre debe trabajar por lo menos de sol a sol, todos los días y hasta las fiestas de guardar si es necesario, y que si te sorprende el sol en la cama es ofender a la familia y hasta al mismísimo Creador.
Federico y sus amigos se miraron y tragaron saliva….
¿Pero ese vida de tanto trabajo no arruina a la mujer, tanto como al hombre,
Si es verdad, la mujer encerrada en la casa trabajando todo el día como el hombre en el campo, se hace polvo por cualquier cosa, y mira lo injusto, porque una higuera o una palma o una casa, cuanto duran, viven cientos de años y nosotros tan poco..
¿ Si la mujer es estéril como la llamarías?
Victor dijo que la llamaban machorra como a las vacas, Juan dijo que estaba mal ser tan cruel con alguien que puede dar tanto además de parir, y sino fíjese el señor en las monjas que atienden a los moribundos contagiosos, la mujer es buena tierra, sino es fértil, será entonces yerma, como la piedra pómez canaria que sirve para mil cosas menos para cultivarla,
¿Pero si no engendra, que puede hacer sin cambiar de hombre?,
Si lo mas fácil es imposible, hacer lo imposible no facilita, dijo Juan, si la mujer es amorosa tierra negra y húmeda, pisa descalza y en el fondo de la calle relincha su marido, con echarse enamorada a mirar al cielo, seguro la siembran y florece, si no es así, la desesperación es mala consejera,
¿ Y si no reconoce la falencia e insiste en embarazarse de su marido?
-Entonces, que Dios la ampare-.
-Dios, no, dijo un acompañante de Federico, a mí no me ha gustado nunca Dios. ¿Cuándo os vais a dar cuenta, labradores, de que no existe?, son los hombres los que tienen que amparar a sus mujeres.
Juan asombrado preguntó
Pero ¿por qué me dices eso, por qué?
Alguno dijo que debía haber Dios, aunque fuera pequeñito, para que mandara rayos contra los hombres de simiente podrida que encharcan la alegría de los campos. Juan aseguró que el crestiano no puede hacer a Dios a su medida, es al revés.
El Ñato razonó, si andar por la calle es para desocupados y el trabajo sin mesura es la única forma de vivir y morir en paz, hubiesen dicho de mí o cualquier otro ¡Ah! Henríquez el pastor. Lo conocí. Buena gente. Levantarse, sudar, comer unos panes y morirse. Ni más juego, ni más nada. Las ferias para otros. Criaturas de silencio, no me busques en Canarias, que ya me he ido, por eso en vez de labrador soy cochero, llevo y traigo adonde y cuando me place y el trabajo rodando solo se hace, toda la gente está metida dentro de sus casas haciendo lo que no les gusta. Cuánto mejor se está en medio de la calle. Ya voy al arroyo, ya subo a tocar las campanas, ya me tomo un refresco de anís y lo aseguro con grapa.
Decidme,¿ vosotros sois cuñados bien llevados?,
-Barrunta bien el señor-
El porteño terció: Federico le pregunta porque no todo lo que reluce es oro.
Ahora pregunta Juan-¿Tanto se ha dejado engañar Usted en la vida que no le cree ni a sus ojos?
Hablemos de mujeres, contemporizó Federico, de cuñadas mal llevadas, si una casada sin poder tener hijos vive en la casa de su marido con las hermanas de él, sus cuñadas, y tampoco tienen hijos porque son horribles, malas sucias y viejas, como imaginas la convivencia ….
-No la imaginamos, oímos lo que pasaba en un pueblo no muy cercano al nuestro, unas cuñadas sin ser feas ni tener carnes charqueadas trataron de mostrarle al hermano que ellas eran mejores compañeras para la limpieza y quehaceres que su propia mujer y guay de ella si hablaba con cualquier mozo, le buscaban enseguida el pelo en la leche,
¿y el marido que pito tocaba ?,
-Pues el pito herreño, como buen canario, el Ñato siguió, el marido estaba como sordo, parado, como un lagarto puesto al sol. (Rieron.)
Juan.- Todo se arreglaría si tuvieran criaturas.
Victor : Todo esto son cuestiones de gente que no tiene conformidad con su sino.
Juan : Cada hora aumentaba el infierno en aquella casa. Ella y las cuñadas, sin despegar los labios, blanqueaban todo el día las paredes, fregaban los cobres, limpiaban con vaho los cristales, daban aceite a la solería, pues cuanto más relumbraba la vivienda más ardía por dentro.
Federico reflexiona, ¿debe entonces la gente resignarse a su destino? Aceptar su frustración?
Juan; -según crea cada uno, -Yo he venido a estas tierras desde tan lejos que ya no sé como volver, para no resignarme. Cuando tenga la cabeza atada con un pañuelo para que no se me abra la boca, y las manos bien amarradas dentro del ataúd, en esa hora me habré resignado.
El ñato Víctor dijo que dentro de la casa todo el día sin hijos una mujer se pone triste y en el caso de las cuñadas, por mas silencio que haya, si saliesen a la calle y cada uno gritase lo que verdaderamente siente, aturdirían a todo el pueblo, aunque no se ganaría nada, no se adelantaría nada, todo seguiría igual, la acequia por su sitio, el rebaño en el redil, la luna en el cielo y el hombre con su arado.
Juan, cuenta entonces que en Canarias cuando niños, se escondían en cuevas laberínticas, refugios de los antiguos guanches(26) y nos advertían que podíamos perdernos y perecer, un día un canario marinero que había viajado por muchos mares nos contó para asustarnos, una historia increíble de un laberinto donde había un pobre niño minotauro(27), fruto de un pecado horrible, medio crestiano y medio toro, que nunca había salido del laberinto donde lo tenían preso comiendo solo carne humana, porque del laberinto solo se sale contrariando lo que se cree que no se puede ni debe cambiar, para el caso, solo volando, pero no es la naturaleza del toro ni del crestiano,
¿Entonces como saliò ché, que te contó Teseo?(28), se mofó el porteño.
Juan no acusó el escarnio del mozuelo - Salió como es el destino de todos los toros de la plaza, y de los crestianos de la vida, muerto.
Y sentenció;
-Algunos problemas familiares, donde nadie recula un tranco de pollo casi siempre y solamente, se arreglan con un velorio.
Plantea Federico, creyendo haber llegado al meollo del escollo, la mujer sin hijos en un pueblo atrasado de España, antes de la democracia progresista de ahora, ¿que haría sin hijos?, asediada por las cuñadas, que le desconfían para su provecho y pretenden mancillar con habladurías su honras, ella que no quiere a otro hombre y lo que quiere es un hijo , pero solamente de ese hombre sin romper nada de todo lo quieto que la rodea, y ahí va la pregunta, esa mujer, ¿podría matar a su hombre, a su marido?………….
VÍctor contestó que podría ser.
-Y tu Juan que dices, ¿puede o no puede?
Juan buscó en el fondo del vaso la respuesta y apenas la encontró dijo a Federico,
- Matará, seguro matará, se mata ella, al hombre, o… principalmente al hijo-.
¡ Que hijo, gritó uno de los acompañantes de Federico, sino puede tener hijos sobruto!!
No señorito, piénselo bien, mata al hijo, porque está embretada (29 ) en el laberinto del encierro en la casa, sus cuñadas y su única idea del hombre y de parir hijos de ese único hombre, si se mata ella o al hombre, seguramente mata su idea única de hijo, de parir a un hijo en su familia, y ahí está la puerta del entuerto, mata siempre al hijo por el hecho de…. no venir.
………………………………………………………………………………………………………………
-Que te pido disculpas canario, y perdona , vale, hecha otro trago-,
Juan recién se acordó que en el hospital le habían recomendado que no tome alcohol por el asunto de las inyecciones……………………………
Federico anotaba y anotaba.
En el viaje de vuelta a Buenos Aires, en el coche comedor de primera decorado al mas fino estilo ingles, con cubiertos de plata grabados Made by Thomas Bradbury & Sons in Sheffield 1915, Federico recapitula, me he estado preguntando estos días, donde estaba la poesía en esta tierra, en mi charla sobre los ángeles, la musa y el duende (30) la gente me pareció interesada, elegante, parecían europeos no corrientes, de los conservadores, lo pantagruélico de los almuerzos del Cifré, he visto la magnificencia del Club Español, el fabuloso edificio de la Sociedad de Socorros Mutuos, la fuente del Hospital Español, pero he caído fuera de esas obras materiales, el ajetreo del puerto, ese hormiguero, esta gente es fértil en obras, arquitecta un grupúsculo el sudor general, ¿pero es acaso yerma de espiritualidad?, la obra que venia trabajando en el barco es una puesta en el ambiente labriego de la España andaluza de 1920, será YERMA desde ahora, por eso tomé nota como lo contaron esos canarios, quería al Mateo de Armando Discépolo, vivirlo, que creedme, me llevo de aquí, el duende que conservan estos cuñados tan simples, Víctor el cochero fatalista y sus caballos de nombres justicieros, cuanta fineza ante la opresión agresora , y quiso la casualidad de que al otro canario nos lo mande la Providencia si es que existe como tal, por que ese analfabeto de Juan es labrador autentico hasta el tuétano, con la antigua lógica labriega, como los negros, los gitanos, los niños... los marginados, representan la inocencia o la pasión pura. Juan…tiene cultura en la sangre, ese sí que tiene duende y eso que me costao hacerlo hablar……….
En el viaje de vuelta hacia Noetinger, Don Juan el Canario cuida de los traqueteos del vagón de tercera, una caja de inyecciones que deberá colocarse diariamente, preserva además, como un trofeo, una botella de manzanilla La Goya, y un cartoncito blanco escrito con letras de molde, ambos se las había dado Federico, el señorito andaluz con un sentido apretón de su fina mano lívida, a la mano caparazón de tortuga de Juan, la tarjeta la leyó muy lentamente Julia a la luz de una vela:
REFERENCIAS
(1)Descojonado, Castrado
(2)Pasmado, aquí se interpreta como infectado, afiebrado, dolorido.
(3)Tairo, en Canario, gagá, extraviado, desconcentrado.
(4)Palabra, Curandera
(5) Ñato: ( voz quechua) de nariz pequeña o sin ella
(6) Ñacar: mal que causa un animal involuntariamente a la persona que lo maltrata, voz criolla argentina
(7)Abichado:(agusanado, engusanado) animal en cuyas heridas se desarrollan larvas de mosca.
(8)Verija, ijar de un animal
(9)Palan Nombre Científico: Nicotiana glauca. Nombre común: Arbol de tabaco, palán palán, palancho, etc. Cicatrización de heridas y úlceras.
(10)Mate, infusión sudamericana de ilex paraguayensis
(11)Mateo, Obra teatral dramática de Armando Discépolo, trata la decadencia a manos del automóvil, del cochero de Victoria o Mylord, cuyo caballo se llamaba Mateo.
(12)Mancarrones, caballos lerdos
(13)Santo y seña, clave de afinidad, aquí esta usado como saludo y su contestación
(14)Changador, americanismo, peón por jornadas o trabajos.
(15) Jaramago s.m. Planta herbácea, con tallo ramoso desde la base, hojas grandes y arrugadas, y flores amarillas y pequeñas, en espigas terminales muy largas:
(16) Zarandajo, ja, en Canarias, hombre vil, despreciable
(17)Choferes, argentinismo, del francés chauffer, conductor
(18)Enjangados, transporte flotante de troncos amarrados entre si por vía fluvial
(19)Changadores sin pique, peones desocupados
(20) Arte de Rosario. RosariARTE. Patrimonio Cultural de Rosario"¿Tenéis un río? ¿Por qué lo habéis encerrado?" Palabras de Federico García Lorca, 23 de diciembre de 1933 en Rosario, frente a las rejas del puerto. ...
http://www.rosariarte.com.ar/patrimonio/0001/index.htm
(21)Auriga, conductor de vehículos a sangre
(22)Colono Chacarero, trabajador a porcentaje de tierras ajenas
(23)Tordo renegrido, Molothrus bonariensis, ave sudamericana que parasita con sus huevos nidos ajenos
(24) Críalo (Clamator glandarius) ave parasita europea raramente en Canárias
(25) Molina, Tirso de (¿1583?-1648). No le arriendo la ganancia
(26)Guanche, Población originaria Canaria, de probable origen bereber
(27)Minotauro, animal mitológico
(28)Teseo, personaje mitológico, entró al laberinto y mató al Minotauro
(29)Embretada, estar en un brete, sin libertad de movimiento, Brete: corralito de palo que se usa para encauzar la hacienda
(30) 1933. El 13 de octubre llega Federico García Lorca y comienza una permanencia en la Argentina que alcanza mucha repercusión, especialmente en medios literarios y teatrales. Dirige "La niña boba" de Lope de Vega con Eva Franco, Irma Córdoba y un gran elenco; y por invitación de Lola Membrives los ensayos de "La zapatera prodigiosa" y "Mariana Pineda". Viaja a Rosario y escribe buena parte de "Yerma" y de Conferencia Juego y teoría del duende
García Lorca en Rosario. Argentina
Visitó la ciudad el gran poeta granadino Federico García Lorca. Se alojó en el Hotel Italia, almorzó en el lujoso Café Cifré, escuchó música en el Club Español y leyó poemas en el teatro Colón. Tenía 34 años de edad.
http://www.lacapital.com.ar/2002/12/22/articulo_20.html
Versión de YERMA en audio.
http://www.palabravirtual.com/index.php?ir=voz.php
versión escrita de la conferencia Juego y Teoría del duende
http://portal.trovacub.com/modules.php?name=News&file=article&sid=264
Cuento Canario
Y aquí empieza el abismo,
como cuando me duermo.
Soy mi propio sostén y me lo quito.
Contribuyo a tapizar de ausencia todo.
Tal vez sea por esto
que pensar en un hombre
se parece a salvarlo
Roberto Juarroz. Poeta Argentino(1925-1995)
como cuando me duermo.
Soy mi propio sostén y me lo quito.
Contribuyo a tapizar de ausencia todo.
Tal vez sea por esto
que pensar en un hombre
se parece a salvarlo
Roberto Juarroz. Poeta Argentino(1925-1995)
-Mira tú, Juan Jiménez Martel, recuerdas lo que ha dicho el dicho, “Como quieres que te quiera si eres un despatarrao, siempre con una pata aquí y la otra en el tejao”-
-Es que aunque no me ha desconajao,(1 ) la ofensa del toro no cura sola y creo que se me ha pasmao.(2 )
-Por mucho menos a cuantos le has dicho tu, cuando le ves a cualquiera medio tairo ( 3) -que alguno tenia que salir y saliste tú,-
-Julia, modérese- no me patee Usted en el suelo.
-¡Y que no!, que te vas al Rosario, lo buscas al Victoriano y que te lleve al hospital por la pasmadura, que con ungüentos de boticario o palabra(4), esto por aquí no se cura, es grande y profundo el tajo.
Rengueando como paspado en las hombrías, Don Juan el Canario subía al puntual tren, Doña Julia Henríquez González, le alcanzaba dos canastas, una pequeña con muda de ropa y para el viaje gallina hervida, pan, seis huevos duros, queso, dos butifarras y medio litro de vino, y otra mas grande con unto, panceta arrollada, y butifarras como presente para su cuñada Doña Micaela Méndez, esposa de Victoriano Henríquez González, su hermano menor.
En la estación Rosario Norte, adonde hacia mas de cuarenta años Juan había llegado por primera vez, en un coche de plaza, tirado por dos caballos, llegó al corralón del canario Victoreano Henríquez González, el Ñato (5 ) o Victor para los íntimos y el Ñato Pistola para todos los cocheros del Rosario de fines de 1933.-
Sincera sorpresa y alegría entre los anfitriones y la visita, poco había y todo se compartiría , en un aparte Juan, pudoroso, le confesó al Ñato el problema de su herida de la corneada del toro padre de la cabaña, que se la dio por ñacarlo (6 ) por no dejarse curar una abichada (7 )y como Juan lo había criado con mamadera de ternerito, creía entenderlo y dominarlo hasta ese momento, pero ahora el Hereford pesaba casi 800 kilos y tenia el mismo carácter podrido que su cuidador, al sentir el remedio sobre la herida retrocedió y seguramente sin querer( quería creer Juan) lo apretó con la cabezota astada en las verijas (8), rasgando la gruesa tela de bolsa de harina que cubría las intimidades de Juan, y el machucón no se curaba ni con sangrías ni sanguijuelas ni palan palan (9) ni azúcar ni nada y por eso decidió él ( mintiò), venir a buscar medico al Rosario.
El Ñato mostraba su entusiasmo y ayudaría a su cuñado, inclusive hizo un plan completo de atención sanitaria, trabajo y paseo para el próximo día.
Amanecía muy temprano ese 21 de Diciembre de 1933 en Rosario Argentina, el día mas largo del año del hemisferio Sur.
El Ñato durmió muy poco, de noche todavía ató los caballos al coche y convidó con mate (10 )amargo, Juan aceptó el yerbajo pero hubiese preferido desayunar como acostumbraba, a lo bestia, mate, café con leche, chorizo o butifarra y queso duro, algún huevo frito……… y lo que hubiese sobrado de la noche, pero en la ciudad las costumbres eran distintas y así, en ayunas, partieron hasta donde se reunían los cocheros de plaza con sus mateos (11) allí, luego de chacotear el Ñato con casi todos, los canarios se tomaron unos refrescos de anís y lo asentaron con un par de grapas, y el viaje hasta la Asistencia Pública fue mas rápido y alegre al trote de dos mancarrones(12) viejos.
Allí Juan conoció a los sesenta y tantos años lo que era una inyección, cuando vio venir la aguja endureció el músculo y la aguja se quebró, el enfermero maldijo quien sabe en que idioma y haciéndolo mirar hacia otro lado le sacó la punta de la saeta con una pinza de boca fina y le clavó otra aguja sin miramientos, Juan pensó nada mas que matarlo, los cortos brazos del Ñato, acostumbrados a las riendas apenas si lo retuvieron, Juan prometía simplemente matarlos a todos, los demás pacientes conocieron cuan es capaz de putear sin tomar aire, un canario dolorido.
Después de dos horas de terapia, Juan se sentía nada más que listo para morir, le dolía hasta el pelo de la ingle que le habían rasurado.
El Ñato, todavía eufórico por el desayuno y mucho mas por la compañía del pariente, mas lo tarde que se había hecho por la curación, dijo que no volverían a la casas a almorzar y que irían directo al Hotel Italia por unos jóvenes muy señores, para llevarlos a conocer el puerto, su río y los barcos, y debían recogerlos apenas se levantasen de dormir, como a las doce del mediodía. Juan entre el solazo, la fuga de la anestesia, el ayuno, la grapa, y el escuchar que alguien joven y sano se levante a las doce del mediodía, creía estar en el barco que lo trajo desde Tamaraceite por lo mareado y asqueado, no entendía nada de nada…era demasiado para él.
Lo que debía ser a las doce fue a las catorce, porque tardaban los señores en desayunar, avisó un botones del hotel, como para ir a una fiesta vinieron vestidos, saludaron cortésmente pero con autoridad y distancia al cochero y a su acompañante, ahora al pescante, e iniciaron trotando el camino hacia el río.
El Ñato notó enseguida por el santo y seña (13 ), con la experiencia que da la calle, que uno era porteño de Buenos Aires, otro catalán y el mas fino y mejor vestido, era andaluz, seguro.
El coche Victoria con la capota levantada protegía solo a los pasajeros del ardiente sol, no al auriga y su palafrenero, a medida que bajaban hacia al río, se notaba un y venir de changadores (14 ), carreteros, chatas de carga, algunos escasos camiones y una masa que se movía incesantemente, como un anárquico hormiguero humano, todo lo que se movía cargaba algo, Federico llegó a ver el río, aparentemente manso, gredoso, de color león, aspiró su particular olor a selva y marisma, preguntó cuan ancho era, cuando escuchó doce leguas entre islas y riachos, captó recién su potencial, bien custodiado detrás de una reja interminable…
El trote, por la carga y el calor se volvió apenas trabajoso paso de los sudados caballos, para llegar al río, necesariamente debían entrar al puerto, costear la cerca y entrar por un portón vigilado por militares marinos, que revisaron el coche y preguntaron demasiado a los pasajeros, extrañados los guardianes porque a alguien se le ocurriese pasear un día de trabajo en el puerto, luego de inquisidores cabildeos los dejaron pasar, no sin el disgusto de los señores, cuando el Ñato animó a los caballos, al grito de ¡tire tire mi JARAMAGO! (15 )¡¡Fuerza ZARANDAJO!!!(16 ) Federico preguntó porque el caballo se llamaba jaramago, ya que no era amarillo bayo como esas flores sino moro y que sus míseras semillas apenas si alimentan a un pájaro, el Ñato, que no era lerdo para contestar, le dijo,
-Porque todos dicen; el jaramago que no sirve para nada, pero a mi hace el gusto, me da bien de comer, porque soy canario como mi cuñado Juan B., y señaló a su acompañante.
Y el otro caballo se llama zarandajo?,
- No es su nombre, sino que es una forma de insultar a quien se me cruza u ofende sin derecho, como esos marinos, o los choferes(17) de los automóviles que se divierten encarando a los caballos, hago como que incito al caballo e insulto a la vez, pero no ofendo al animal y el vil no se da cuenta y yo.. apenas satisfecho por lo ajusticiado.
El señor Federico, el mas fino y elegante, abrió sus vivos ojos morenos y levantó las cejas cuanto pudo como celebrando algo próximo a suceder.
El piso del puerto cubierto de adoquines irregulares daba seguro soporte pero permitía solo paso muy lento, para hacer una media legua en el puerto se le fueron mas de cuatro horas, esquivando y dando rodeos entre el ajetreo interminable, que cargaban sacos con granos dorados, descargaban naranjas a granel, balas de yerba mate y algodón, hasta cientos de troncos de árboles inmensos que venían boyando enjangados (18 ) desde el norte selvático.
Unos changadores sin pique, (19) pescaban enormes peces que serian el único sustento de su familia en el día de trabajo no ganado.
Federico se maravilló de tanta actividad y de tan generosa tierra que proveía tan inmensa cantidad de frutos, sintiendo pesada la demasiada prisa y lo adusto de los ceños, pensaba casi entristecido..
¿Dónde está la poesía en estas tierras, que duende se atreverá a salir de toda esta alocada prisa sin que lo atropelle un carro o un barco, ni que lo cargue un peón… si encierran a tan generoso río (20 )para su servicio, que no se atreverán hacer con las gentes……… quisiera conocer a los poetas que le cantan a este río prisionero y su colmena, Brarda o Mateo Booz y otros, llegaran sus coplas a los niños del pueblo? seguramente los hallaré en el campo, me hablaron de un tal Pedroni, quiero leerlo, hablar si pudiese con él.
Paraná, curioso río, en estío y sin bañistas……….
Cuando dejaron el puerto costearon la cerca nuevamente hacia el centro de la ciudad, y nuevamente la requisa en el portón, al fin pasaron todos en silencio, los marinos afortunadamente no conocían ni el zaramago ni un zarandajo, los sufridos caballos a instancia de Juan necesitarían resollar para trepar la empinada barranca de la avenida Carlos Pellegrini, fueron atendidos por el Ñato en la tina destinada al efecto de un comedor portuario muy buen puesto, con muchas mesas preparadas.
Enfrente del establecimiento se leía SUNDEERLAND BAR EXCHANGE OF MONEY, Federico hacia unas anotaciones, atardecía, decidieron refrescarse también los señores, se ubicaron en unas mesas sombreadas, con piso regado y barrido, un mesero políglota, les preguntó que tomarían, ofreció por las entonaciones jerez o manzanilla, bien fría, Federico y su anotador, besó la yema de su dedo índice derecho y como marcando un do, humedeció la punta del lápiz de tinta y preguntó al cochero y al acompañante.
Así que sois canarios…………si gustáis, decidme de donde sois y como os llamáis,
Victoreano Henriquez Gonzalez, canario, auriga (21) pa servirle señor,
Juan Bautista Jiménez Martel, nacido en Tamaraceite, Municipio de San Lorenzo, pegado a Las Palmas de Gran Canaria, labrador allá y colono chacarero (22 ) acá, servidor señor.
Tu eres Juan Jiménez como mi admirado amigo Juan Ramón Jiménez y paisano de Don Benito Pérez Galdós, hace poco mas de diez años fallecido, poeta prolífico e inspirado como pocos, muy admirado por mí, decidme pues, por la memoria, gloria y fama de los poetas de España, que vais a tomar o comer?,
Pues nada de nada Señor, resollaremos con los caballos –dijo Juan- les esperamos que se refresquen ustedes y nosotros como corresponde, atendiendo el coche…
Que va, no hombre..os sentáis vosotros aquí a nuestra vera, que un jerez o manzanilla fresca no es de despreciar por un español..
El Ñato no dejó de decir que por nada del mundo iban a ser despreciados los señores en el convite, que de ver tanto trajín y agua se había secado y si el señor disponía convidar, ellos aceptarían.
Los vasos se llenaron y se vaciaron, a la segunda vuelta no se desearon salud, ya hubo brindis, por España, por la Segunda República Española, la democracia y por la libertad eterna de España y de los españoles allá donde se encuentren, a la tercera, pidieron sardinas, jamón crudo, queso, aceitunas y otra botella, brindaron por los buenos sean de donde sean, el atardecer llamaba a la confraternidad y……… al refresco.
Brillaban los ojos de Federico cuando explicaba a los atentos Canarios, que venía de la joven Segunda República Española, que en la variedad de ideas, que en la libertad de pensamiento, en lo variopinto de las ideologías, estaba el seguro de la democracia y que con ella y la instrucción que brindaría al pueblo vendría el respeto y el progreso, que él estaba desde el teatro La Barraca en ese propósito, cederían lugar seguramente las minorías hasta entonces dominantes al pueblo instruido, para dar paso a la pluralidad de ideas y el respeto a muerte por cualquiera de ellas.
Juan preguntó que decían y hacían esas minorías, Federico le dijo que deberán respetar la voluntad del pueblo en las elecciones libres, transigir y ceder privilegios, Juan lo miró como dolorido y no de sus heridas, le habló como a un hijo:
-Difícil que el chancho chifle, cuídese Usted señorito-
-Tu me previenes porque aquí en Argentina se la pasan admirando unos y temiendo otros a los militares fascistas y sus métodos, pero nosotros en la España Nueva, en elecciones libres hemos bien ganado la libertad y respeto para todos y deberán ceder privilegios.
El Ñato como si no le escuchase nadie acomodándose en su silla, farfulló
-Nuevos son los hombres, los problemas de España son siempre los mismos, anda, espántale las moscas al chacal dormido y que se te despierte………..
Federico obvió el comentario y prefirió releer de su anotador, nervioso rompió la mina de grafito, apareció un mocho y retacón lápiz de tinta que tenia de repuesto, Juan le sacó fina punta con su navaja y como imaginando una historia, sin preámbulo preguntó el de Granada a los ancianos canarios algunas soluciones según el criterio imperante de su antiguo pueblo a algunos problemas, como si se hubiesen planteado en Canarias cuando ellos la dejaron, allá por el año 1880 y pico.
-Si un matrimonio no tiene hijos, de quien es la culpa del hombre o de la mujer?-,
Juan contestó que casi siempre la mujer, porque el hombre sabe si puede porque practica antes y mas que la mujer de su casas.
Si la mujer no tiene hijos, puede enloquecer?
Asintió Victor y Juan, no debería, pero casi seguro que sí.
¿Debe cambiar de hombre?, contestaron a dúo, que no, o que sí, como hace el tordo (23 ) o el crialo(24 ), porque si el problema es de ella está condenada, pero que si puede con otro, y pretende traer un huevo ajeno al nido no le arriendan la ganancia.
Es que has leído Juan a Tirzo de Molina? (25)
Yo? Que va señor, -dijo Juan-, si yo no sé leer, Federico miró a su compañero y se sinceró en voz no muy alta.
Ya veis, este anciano no es instruido pero es educado, esa educación de labrador es lo que quiero expresar en esta obra que venia escribiendo en el barco, por estar ubicada en esa Andalucía de 1920, que ya no existirá jamás en España, debe ser historia muerta, bien enterrada, un documento de lo que dejaremos definitivamente atrás por las mejoras políticas y mayor educación que nos dará la democracia, es una obra con labriegos pujantes, y quien mejor que nuestros amigos canarios para hablar sobre estos temas, tan ajenos a nosotros, intelectuales no burgueses, y que por pura inspiración artística no podremos pensar como ellos, sino escuchando y bebiendo de la fuente este manantial de educación, virgen de toda instrucción deformante.
-Anda, echad otra vuelta y otro brindis-.-Dime que pensáis de la mujer que va por la calle,
Juan aseguró que la calle es para gente desocupada o para los cocheros, y la mujer tanto como el hombre debe trabajar por lo menos de sol a sol, todos los días y hasta las fiestas de guardar si es necesario, y que si te sorprende el sol en la cama es ofender a la familia y hasta al mismísimo Creador.
Federico y sus amigos se miraron y tragaron saliva….
¿Pero ese vida de tanto trabajo no arruina a la mujer, tanto como al hombre,
Si es verdad, la mujer encerrada en la casa trabajando todo el día como el hombre en el campo, se hace polvo por cualquier cosa, y mira lo injusto, porque una higuera o una palma o una casa, cuanto duran, viven cientos de años y nosotros tan poco..
¿ Si la mujer es estéril como la llamarías?
Victor dijo que la llamaban machorra como a las vacas, Juan dijo que estaba mal ser tan cruel con alguien que puede dar tanto además de parir, y sino fíjese el señor en las monjas que atienden a los moribundos contagiosos, la mujer es buena tierra, sino es fértil, será entonces yerma, como la piedra pómez canaria que sirve para mil cosas menos para cultivarla,
¿Pero si no engendra, que puede hacer sin cambiar de hombre?,
Si lo mas fácil es imposible, hacer lo imposible no facilita, dijo Juan, si la mujer es amorosa tierra negra y húmeda, pisa descalza y en el fondo de la calle relincha su marido, con echarse enamorada a mirar al cielo, seguro la siembran y florece, si no es así, la desesperación es mala consejera,
¿ Y si no reconoce la falencia e insiste en embarazarse de su marido?
-Entonces, que Dios la ampare-.
-Dios, no, dijo un acompañante de Federico, a mí no me ha gustado nunca Dios. ¿Cuándo os vais a dar cuenta, labradores, de que no existe?, son los hombres los que tienen que amparar a sus mujeres.
Juan asombrado preguntó
Pero ¿por qué me dices eso, por qué?
Alguno dijo que debía haber Dios, aunque fuera pequeñito, para que mandara rayos contra los hombres de simiente podrida que encharcan la alegría de los campos. Juan aseguró que el crestiano no puede hacer a Dios a su medida, es al revés.
El Ñato razonó, si andar por la calle es para desocupados y el trabajo sin mesura es la única forma de vivir y morir en paz, hubiesen dicho de mí o cualquier otro ¡Ah! Henríquez el pastor. Lo conocí. Buena gente. Levantarse, sudar, comer unos panes y morirse. Ni más juego, ni más nada. Las ferias para otros. Criaturas de silencio, no me busques en Canarias, que ya me he ido, por eso en vez de labrador soy cochero, llevo y traigo adonde y cuando me place y el trabajo rodando solo se hace, toda la gente está metida dentro de sus casas haciendo lo que no les gusta. Cuánto mejor se está en medio de la calle. Ya voy al arroyo, ya subo a tocar las campanas, ya me tomo un refresco de anís y lo aseguro con grapa.
Decidme,¿ vosotros sois cuñados bien llevados?,
-Barrunta bien el señor-
El porteño terció: Federico le pregunta porque no todo lo que reluce es oro.
Ahora pregunta Juan-¿Tanto se ha dejado engañar Usted en la vida que no le cree ni a sus ojos?
Hablemos de mujeres, contemporizó Federico, de cuñadas mal llevadas, si una casada sin poder tener hijos vive en la casa de su marido con las hermanas de él, sus cuñadas, y tampoco tienen hijos porque son horribles, malas sucias y viejas, como imaginas la convivencia ….
-No la imaginamos, oímos lo que pasaba en un pueblo no muy cercano al nuestro, unas cuñadas sin ser feas ni tener carnes charqueadas trataron de mostrarle al hermano que ellas eran mejores compañeras para la limpieza y quehaceres que su propia mujer y guay de ella si hablaba con cualquier mozo, le buscaban enseguida el pelo en la leche,
¿y el marido que pito tocaba ?,
-Pues el pito herreño, como buen canario, el Ñato siguió, el marido estaba como sordo, parado, como un lagarto puesto al sol. (Rieron.)
Juan.- Todo se arreglaría si tuvieran criaturas.
Victor : Todo esto son cuestiones de gente que no tiene conformidad con su sino.
Juan : Cada hora aumentaba el infierno en aquella casa. Ella y las cuñadas, sin despegar los labios, blanqueaban todo el día las paredes, fregaban los cobres, limpiaban con vaho los cristales, daban aceite a la solería, pues cuanto más relumbraba la vivienda más ardía por dentro.
Federico reflexiona, ¿debe entonces la gente resignarse a su destino? Aceptar su frustración?
Juan; -según crea cada uno, -Yo he venido a estas tierras desde tan lejos que ya no sé como volver, para no resignarme. Cuando tenga la cabeza atada con un pañuelo para que no se me abra la boca, y las manos bien amarradas dentro del ataúd, en esa hora me habré resignado.
El ñato Víctor dijo que dentro de la casa todo el día sin hijos una mujer se pone triste y en el caso de las cuñadas, por mas silencio que haya, si saliesen a la calle y cada uno gritase lo que verdaderamente siente, aturdirían a todo el pueblo, aunque no se ganaría nada, no se adelantaría nada, todo seguiría igual, la acequia por su sitio, el rebaño en el redil, la luna en el cielo y el hombre con su arado.
Juan, cuenta entonces que en Canarias cuando niños, se escondían en cuevas laberínticas, refugios de los antiguos guanches(26) y nos advertían que podíamos perdernos y perecer, un día un canario marinero que había viajado por muchos mares nos contó para asustarnos, una historia increíble de un laberinto donde había un pobre niño minotauro(27), fruto de un pecado horrible, medio crestiano y medio toro, que nunca había salido del laberinto donde lo tenían preso comiendo solo carne humana, porque del laberinto solo se sale contrariando lo que se cree que no se puede ni debe cambiar, para el caso, solo volando, pero no es la naturaleza del toro ni del crestiano,
¿Entonces como saliò ché, que te contó Teseo?(28), se mofó el porteño.
Juan no acusó el escarnio del mozuelo - Salió como es el destino de todos los toros de la plaza, y de los crestianos de la vida, muerto.
Y sentenció;
-Algunos problemas familiares, donde nadie recula un tranco de pollo casi siempre y solamente, se arreglan con un velorio.
Plantea Federico, creyendo haber llegado al meollo del escollo, la mujer sin hijos en un pueblo atrasado de España, antes de la democracia progresista de ahora, ¿que haría sin hijos?, asediada por las cuñadas, que le desconfían para su provecho y pretenden mancillar con habladurías su honras, ella que no quiere a otro hombre y lo que quiere es un hijo , pero solamente de ese hombre sin romper nada de todo lo quieto que la rodea, y ahí va la pregunta, esa mujer, ¿podría matar a su hombre, a su marido?………….
VÍctor contestó que podría ser.
-Y tu Juan que dices, ¿puede o no puede?
Juan buscó en el fondo del vaso la respuesta y apenas la encontró dijo a Federico,
- Matará, seguro matará, se mata ella, al hombre, o… principalmente al hijo-.
¡ Que hijo, gritó uno de los acompañantes de Federico, sino puede tener hijos sobruto!!
No señorito, piénselo bien, mata al hijo, porque está embretada (29 ) en el laberinto del encierro en la casa, sus cuñadas y su única idea del hombre y de parir hijos de ese único hombre, si se mata ella o al hombre, seguramente mata su idea única de hijo, de parir a un hijo en su familia, y ahí está la puerta del entuerto, mata siempre al hijo por el hecho de…. no venir.
………………………………………………………………………………………………………………
-Que te pido disculpas canario, y perdona , vale, hecha otro trago-,
Juan recién se acordó que en el hospital le habían recomendado que no tome alcohol por el asunto de las inyecciones……………………………
Federico anotaba y anotaba.
En el viaje de vuelta a Buenos Aires, en el coche comedor de primera decorado al mas fino estilo ingles, con cubiertos de plata grabados Made by Thomas Bradbury & Sons in Sheffield 1915, Federico recapitula, me he estado preguntando estos días, donde estaba la poesía en esta tierra, en mi charla sobre los ángeles, la musa y el duende (30) la gente me pareció interesada, elegante, parecían europeos no corrientes, de los conservadores, lo pantagruélico de los almuerzos del Cifré, he visto la magnificencia del Club Español, el fabuloso edificio de la Sociedad de Socorros Mutuos, la fuente del Hospital Español, pero he caído fuera de esas obras materiales, el ajetreo del puerto, ese hormiguero, esta gente es fértil en obras, arquitecta un grupúsculo el sudor general, ¿pero es acaso yerma de espiritualidad?, la obra que venia trabajando en el barco es una puesta en el ambiente labriego de la España andaluza de 1920, será YERMA desde ahora, por eso tomé nota como lo contaron esos canarios, quería al Mateo de Armando Discépolo, vivirlo, que creedme, me llevo de aquí, el duende que conservan estos cuñados tan simples, Víctor el cochero fatalista y sus caballos de nombres justicieros, cuanta fineza ante la opresión agresora , y quiso la casualidad de que al otro canario nos lo mande la Providencia si es que existe como tal, por que ese analfabeto de Juan es labrador autentico hasta el tuétano, con la antigua lógica labriega, como los negros, los gitanos, los niños... los marginados, representan la inocencia o la pasión pura. Juan…tiene cultura en la sangre, ese sí que tiene duende y eso que me costao hacerlo hablar……….
En el viaje de vuelta hacia Noetinger, Don Juan el Canario cuida de los traqueteos del vagón de tercera, una caja de inyecciones que deberá colocarse diariamente, preserva además, como un trofeo, una botella de manzanilla La Goya, y un cartoncito blanco escrito con letras de molde, ambos se las había dado Federico, el señorito andaluz con un sentido apretón de su fina mano lívida, a la mano caparazón de tortuga de Juan, la tarjeta la leyó muy lentamente Julia a la luz de una vela:
Segunda República Española
Ministerio de Instrucción Pública
Federico García Lorca
Codirector Teatro La Barraca
Huerta de San Vicente, Vega de Zujaira
Calle Iglesia numero 20
Provincia de Granada
Ministerio de Instrucción Pública
Federico García Lorca
Codirector Teatro La Barraca
Huerta de San Vicente, Vega de Zujaira
Calle Iglesia numero 20
Provincia de Granada
Normando V. Gimenez
15 de Septiembre de 2007. Rosario Argentina
15 de Septiembre de 2007. Rosario Argentina
REFERENCIAS
(1)Descojonado, Castrado
(2)Pasmado, aquí se interpreta como infectado, afiebrado, dolorido.
(3)Tairo, en Canario, gagá, extraviado, desconcentrado.
(4)Palabra, Curandera
(5) Ñato: ( voz quechua) de nariz pequeña o sin ella
(6) Ñacar: mal que causa un animal involuntariamente a la persona que lo maltrata, voz criolla argentina
(7)Abichado:(agusanado, engusanado) animal en cuyas heridas se desarrollan larvas de mosca.
(8)Verija, ijar de un animal
(9)Palan Nombre Científico: Nicotiana glauca. Nombre común: Arbol de tabaco, palán palán, palancho, etc. Cicatrización de heridas y úlceras.
(10)Mate, infusión sudamericana de ilex paraguayensis
(11)Mateo, Obra teatral dramática de Armando Discépolo, trata la decadencia a manos del automóvil, del cochero de Victoria o Mylord, cuyo caballo se llamaba Mateo.
(12)Mancarrones, caballos lerdos
(13)Santo y seña, clave de afinidad, aquí esta usado como saludo y su contestación
(14)Changador, americanismo, peón por jornadas o trabajos.
(15) Jaramago s.m. Planta herbácea, con tallo ramoso desde la base, hojas grandes y arrugadas, y flores amarillas y pequeñas, en espigas terminales muy largas:
(16) Zarandajo, ja, en Canarias, hombre vil, despreciable
(17)Choferes, argentinismo, del francés chauffer, conductor
(18)Enjangados, transporte flotante de troncos amarrados entre si por vía fluvial
(19)Changadores sin pique, peones desocupados
(20) Arte de Rosario. RosariARTE. Patrimonio Cultural de Rosario"¿Tenéis un río? ¿Por qué lo habéis encerrado?" Palabras de Federico García Lorca, 23 de diciembre de 1933 en Rosario, frente a las rejas del puerto. ...
http://www.rosariarte.com.ar/patrimonio/0001/index.htm
(21)Auriga, conductor de vehículos a sangre
(22)Colono Chacarero, trabajador a porcentaje de tierras ajenas
(23)Tordo renegrido, Molothrus bonariensis, ave sudamericana que parasita con sus huevos nidos ajenos
(24) Críalo (Clamator glandarius) ave parasita europea raramente en Canárias
(25) Molina, Tirso de (¿1583?-1648). No le arriendo la ganancia
(26)Guanche, Población originaria Canaria, de probable origen bereber
(27)Minotauro, animal mitológico
(28)Teseo, personaje mitológico, entró al laberinto y mató al Minotauro
(29)Embretada, estar en un brete, sin libertad de movimiento, Brete: corralito de palo que se usa para encauzar la hacienda
(30) 1933. El 13 de octubre llega Federico García Lorca y comienza una permanencia en la Argentina que alcanza mucha repercusión, especialmente en medios literarios y teatrales. Dirige "La niña boba" de Lope de Vega con Eva Franco, Irma Córdoba y un gran elenco; y por invitación de Lola Membrives los ensayos de "La zapatera prodigiosa" y "Mariana Pineda". Viaja a Rosario y escribe buena parte de "Yerma" y de Conferencia Juego y teoría del duende
García Lorca en Rosario. Argentina
Visitó la ciudad el gran poeta granadino Federico García Lorca. Se alojó en el Hotel Italia, almorzó en el lujoso Café Cifré, escuchó música en el Club Español y leyó poemas en el teatro Colón. Tenía 34 años de edad.
http://www.lacapital.com.ar/2002/12/22/articulo_20.html
Versión de YERMA en audio.
http://www.palabravirtual.com/index.php?ir=voz.php
versión escrita de la conferencia Juego y Teoría del duende
http://portal.trovacub.com/modules.php?name=News&file=article&sid=264
- Detalles
- Categoría: Cuentos
- Visto: 19359
La colonia agrícola de Noetinger durmió esa noche con un ojo solo, estaba todo el trigo emparvado, buena cosecha fina la de 1942, pero el sol apretaba demasiado con sequía, faltaba agua para el maíz y las pasturas y.. se venían las langostas.
Los colonos, sus desgracias y miedos no las ventilaban con proveedores, cuidaban el único capital, su estoicismo, las confesaban sin reparo alguno a los tres ancianos mas instruidos del pueblo, al boticario sefaradí de Barcelona, al medico francés de Gruchy Normandía y al cura navarro de Iruña, quienes para descargar tanta tensión, luego de la cena bien regada, tomaron también fresco hasta que los gallos cantaron, discutiendo por discutir como siempre, sobre política, la guerra mundial y preferentemente sobre pintura, mintiendo a mas no poder sobre los museos que habían visitado en Europa antes de venir hacia America.
Agotados los aljibes, el viento norte constante y fuerte acercaba de lo profundo de la tierra a borbotones, agua fresca mareando hasta el rechine las aspas de los molinos aguateros, a pesar de saber mas fluorada y manchar los dientes mas que nunca, reconfortaba a personas y animales, pero ese mismo viento cálido y seco facilitaba la invasión de langostas .
El Victorian Aneroid Barometer by J.T.Lockwood of Preston (1) en el sombrío escritorio de la estancia inglesa, sudaba 105.8 grados Fahrenheit, iguanas, serpientes y lagartijas hiperactivas observaban exultantes, lengua al viento, como colonos y peones resignados, puestos al asador del sol casi crepitaban, pero debían trillar como se pudiera todo el trigo y urgente llevarlo embolsado al refugio de los galpones del ferrocarril o bajo gruesas lonas, eran las muy precisas ordenes que había recibido el encargado del acopio desde los armadores de Buenos Aires.-
La manga de langostas venía bajando desde el Noreste y ya estaba por Trail, San Jorge, El trébol, Los Cardos, Las Rosas, y La California, pero los pueblos que recordaban las flores nacionales y santos de las naciones irlandesas, escocesas e inglesas también tributaban terratenientes voluntarios a la causa de los aliados y esos jóvenes combatientes, irían algunos al África y otros servirían como aviadores en Inglaterra, concientes de defender a George VI emperador hasta de la India y sus privilegios de cuna con la mismísima vida.
Las langostas, voraces e impiadosas dejaban en la miseria a los colonos que no tenían capacidad de trilla o de acopio, cuasi monopolio que la larga mano del imperio británico digitaba, de nada valían las maldiciones de los colonos españoles, portugueses, italianos, alemanes, suizos y balcánicos de las estancias del Eje Roma Berlín Tokio no tan bien organizados para el almacenamiento y embarque de los granos.
No se explicaban porque, a pesar de la Flota Mercante Argentina no sacaban el doble precio por el trigo en cualquier puerto europeo neutral o en Genova o en el mismísimo Hamburgo, aunque en el mundo el precio real del trigo y del maíz era incierto, porque a pesar de la neutralidad habían hundido a los cargueros argentinos Uruguay y al Río Tercero y averiado al Victoria , ( 2) los colonos creían que el precio era muy superior y como “ forzoso es que a los hombres que se les hace mal se vuelvan injustos ( 3), despreciarían cual endemia el riesgo y dolor ajeno por generaciones.
Ese plus valor jamás les llegaría porque eran simples piezas del ajedrez imperial, con movimientos delimitados y acotados. Si bien se había impuesto el criterio patriótico sobre la presión continua de los agro-exportadores europeos ahora divididos por la guerra y se había creado la Marina Mercante (4), el acopio y la comercialización de los granos, efectiva y concreta, seguía en las manos de siempre. Distintas interpretaciones del mismo hecho se daban en las estancias Orion, La Germania o La Alpina que en La Esterlina, El Albión o La Caledonia, unos mordiéndose las muelas, los otros impávidos, flemáticos.
El telégrafo del ferrocarril inglés repiqueteaba incesante su tartamudez congénita relatando el avance de la plaga hacia el sudoeste, en cuestión de horas o días estarían las langostas sobre la colonia.
El motor a vapor Mac Laren, originariamente diseñado para quemar carbón coque de Cardiff, reformado por los hábiles suizos, Felix, Jorge y Hugo Bur de General Roca, se conformaba con la abundante paja de un muy apreciado trigo duro, y su pesado volante movía a la larguísima y ancha correa plana hacia la trilladora Hoffer Schrantz nº 32149 V177 (5). Sus experimentados y eficientes propietarios maquinistas estaban probando para reemplazarlo por un motor a explosión, un agricolero Sello Rojo Continental Red Seal(6) que había gambeteado el bloqueo de repuestos norteamericanos a la neutral Argentina(7), pero la premura por trillar y embarcar de los exportadores era mayor que toda cordura y bien sabían como presionar para hacer cumplir sus órdenes, armaron los acopiadores por su cuenta un equipo de maquinistas alentados por la necesidad pero no calificado para la tarea. Los peones europeos engañados que el embarque mitigaría el hambre en sus pueblos de origen, aunque dudando, claudicaban mansamente.
Apoyaban al motor a vapor, su caldera y a la trilladora, cuarenta caballos de tiro y un enjambre de maquinistas, engrasadores, fogoneros, aguateros, horquilladores, bolseros, estibadores, apiladores, cargadores, carreteros, pistines, cocineras y ayudantas, dirigidos todos por un muy anciano y avezado parvero, Don Juan Bautista Jiménez Martel Rivero Suárez , natural de Tamaraceite Municipio de San Lorenzo en la Gran Canaria, mas conocido en la colonia como Don Juan el Canario de la chacra Sansofé, muy respetado en el trabajo y solamente retado por su canarísima esposa Doña Julia Henríquez González, otrora matrona de antebrazos poderosos, capaz de ser una pluma en la caricia a un nieto y también de dormir a una lechera maniera de un certero ladrillazo.
Trasladaban ordenadamente las gavillas desde la imbricada parva hasta la trilladora, de horquilla en horquilla, sin tocar el suelo.
-Poco a poco hila la vieja el copo. - gruñía Don Juan el Canario si caían algunas briznas con espigas. Después de despedirse de su paja, el muy rubio grano de trigo se refugiaba ya sin temor en bolsas apiladas en las reforzadas chatas, y de ahí al pueblo al tranco vivo de los percherones, y del pueblo al puerto de Rosario o Buenos Aires en el propio y muy británico ferrocarril, sin día ni noche, hasta terminar, sino, lo sabían y repetían hasta los niños, las langostas terminarían con las parvas. Y no era explicación que soportase el Foreing Office sobre la falta de trigo en los cargamentos de sus artillados barcos mercantes, que guiados por la Royal Navy cruzaban en convoyes por secretísimas derrotas, el peligroso océano atlántico.
Southampton, coordenadas 50.89° N 1.40° W, en ese incipiente verano argentino de 1942, era el probable destino de tanto trigo, y no Canarias como le habían dicho a Don Juan, si llegaba el embarque indemne a pesar de la marina italiana o alemana, bocas ansiosas en la bombardeada Londres y millones de hombres en armas degustando pan recién horneado, confiarían aun mas en el poder e infalibilidad del hasta entonces invencible imperio británico, que desde mas de un siglo antes, en Argentina tenía sus recaudos tomados, la condena admonitoria de Sir George Canning( 11 April 1770 – 8 August 1827 ),"La Guerra (de la Independencia) se ha terminado y, si actuamos bien, la América Española será nuestra. Inglaterra será el taller y América Española la granja" y de Sir Walter Raleigh:- Quien manda en el mar, manda en el comercio del mundo y por ende en el mundo mismo” (sir Walter Raleigh (1552-1618)), se cumplía inexorable.
Argentina país nacido soberano, genuflexo por quienes Jesús echó del templo a latigazos anhelaban hacerla colonia comercial preferida (8 ),cientos de miles de colonos europeos necesarios según el modelo de desarrollo económico imperial británico, ahora argentinizados, le aseguraban a los aliados bastimentos y munición de boca para perpetuarlos, (9) sus barcos , sus armadores, su ferrocarril, sus acopiadores, sus aseguradores, sus exportadores e importadores, sus campos, sus estancias, sus administradores, sus influyentes abogados y todos sus amanuenses y servidores, procuraban el suministro a los aliados.
-Quizás en todo el mundo, la gran culpable de todas las desgracias era la crisis por la guerra, como si fuese creación espontánea de la nada, nadie se hacía responsable de su nacimiento, la maldita guerra para algunos y para otros la gran oportunidad. Dicen, los lenguaraces que medran gracias a ella, que la crisis es oportunidad, hasta citan idénticos ideogramas chinos, puede ser, pero difícilmente lo sea para la misma persona que la padece.-
El motor a vapor con su jadeo constante, entregaba potencia a cambio de que le mantuviesen la presión del vapor con agua y muchísima paja reseca, resulta que el fusible para abortar hacia el suelo un exceso de presión, originario de plomo y estaño, una vez se había fundido y fue reemplazado momentáneamente ante la carencia del repuesto original, y otra vez por culpa de la guerra, por un ferroso bulón de dos pulgadas del ferrocarril , pero de los de duro hierro forjado por Tamet , lo que debía ser fusible era mas resistente que la misma chapa pulgada y cuarto de la caldera del motor y sucedió lo que no tenía que suceder.
El inusual estampido se sintió a mas de una legua, en el llano como en el mar, si hay gruesas nubes bajas el sonido reverbera, no hizo falta un aviso de que se trataba, todo el pueblo y las colonias circundantes sabían que pasó lo tan temido, estalló la caldera del motor de la trilladora arrasando todo lo que estuviese muy cerca, cristianos y caballos, pánico en varios idiomas y dialectos.¿Quien no tenia un allegado o un interés vital en la trilla?.
Todo fue un correr hacia el campamento de la trilladora, de todos lados concurrían como los había agarrado, curiosos y alarmados, de botas y polainas de cuero los empleados del acopio y de las estancias, en harapos remendados los colonos y descalzos sus peones.
El boticario del pueblo cargó dos valijones con remedios y fue a buscar al médico a la fonda del pueblo, no para discutir como todos los días sobre arte o política, el medico ya tenia preparado sus maletines con instrumental de cirugía, se fueron en un tilbury de un galope al campamento de los trilladores, encontraron lo que quedaba, parecía un nido de ñandú abandonado después de la eclosión de los charitos.
Varios muertos, decenas de quemados, chamuscados, quebrados y golpeados, casi todos sordos, pedazos de caballos con sus aperos por todos lados, el vapor sin control los había hervido en instantes.
El medico francés, prefería ser llamado normando, veterano cirujano en el Lo en 1917, recordó su tiempos de militar, contra toda lógica de la asistencia sanitaria entre civiles, luego de echar un vistazo general, empezó a atender los sangrantes y menos quemados, sin atender los ruegos y lamentos de los amigos y de los propios moribundos, esa era la esencia de la asistencia medica militar, atender primero al que se podía salvar y volver a la lucha, por los moribundos poco podía hacer un medico solo en la mitad del campo, lleno de tierra al rayo del sol, sino consolarlos y si soportaban el calvario quizás habría tiempo para algo..
Seguía llegando gente entre preocupada y curiosa desde el pueblo y de otras colonias, el médico normando calificaba gravedad como apartando hacienda para un remate , a un lado los muertos y luego a evaluar los quemados y quebrados, a este lo curo yo acá nomás, y a este lo mando en carro a Villa María, y a ese…… miéntanle hasta que se corte.
Los que curaban habían designado ayudantes que los asistían y una guardia sorda y agresiva que al grito de;
- ¡El que no ayuda molesta!,- empujaban sin consideraciones a las mujeres, a los sanos y curiosos que merodeaban entre los heridos.
Por enérgico y servicial Alfonso Jiménez Henríquez de 38 años, hijo menor de Don Juan el Canario, ebanista desocupado puesto a encargado de la tensión de la correa en la trilladora, a pesar de que su mujer estaba al parir en Rosario, era uno de los ayudantes , sus fuertes brazos retenían a los sufrientes para que el viejo medico normando pudiese sin anestesia pinzar una arteria femoral que sangrando se llevaba una vida o ayudaba a soliviar los todavía candentes hierros que aprisionaban los restos de una pierna.
Don Juan el Canario con su antigua y gastada navaja canaria, recuerdo de su padre, despenaba los caballos muy quemados o quebrados, ceremonioso, si podía le quitaba arneses y dogales.
-Si nacisteis libre, por mí no morirás esclavo-, murmuraba, y certero tajo en la carótida , los nombraba cariñoso, revivía el dolor de la despedida del Machango su camello canario, les recordaba mañas y virtudes, haciéndole la cruz en la frente se los encomendaba al Señor y allá se fueron entre estertores decrecientes, el Ñato Negro, el Ñato Pampa, el Bartolo, la Petisa, el Figurita, el Viruta e fierro, el Tuerto, Badajo e palo, el Gaucho, Don Arturo, Soy París, la Esperanza y quizás luego, otros.
El boticario judío y el médico normando atienden a los quemados, están desbordados, tratan de conversar de algún tema que los despeje dentro de la actividad que no pueden dejar a medias aunque se caen de cansados, Alfonso ayuda obedeciendo y nervioso no deja de preguntar maravillado ante tanta sabiduría manifiesta, le explican sin mirarlo sobre la circulación de la sangre.
Se refugian los sobrevivientes ilesos a la sombra de una parva, algunos dormitan, otros parlotean sin escucharse, muy pocos razonan lo sucedido, se lamentan, la desgracia era casi una constante, una compañera de viaje, ya venían mal los colonos y mucho peor sus peones con el precio del trigo puesto a satisfacción de los monopolistas excusándose en la guerra , luego la amenaza de las langostas, y al final la explosión y su matanza..
Don Juan el Canario, a pesar de sus 73 años peonaba en la trilla con su mujer Doña Julia y su hijo Alfonso que había venido desde Rosario a hacer la cosecha y procurarse unos pesos, junto a un Toscano fascista que pretende convencerlo que ese trigo iba a Italia y no a Las Canarias, observan la nube de langostas que se acerca, imposible espantarlas de las parvas, entre tanto heridos y rendidos de cansancio y desánimo.
Don Juan las conocía desde Canarias cuando invadían hambrientas desde África, poco se podía hacer, ruido, humo, fuego, chapas barrera, largarles las gallinas, pisarlas, morderlas, llorar, nada mas.
El contacto con la muerte y la miseria hace a estos rudos hombres no instruidos hasta filosofar, piensan reconcentrados sobre la forma de morir, como si fuese una elección siempre posible, el Toscano dice que no morirá sin ver de nuevo al mar Mediterráneo.
Alfonso sabe que se salvó por casualidad, justo se había apartado del motor para ir a la casilla de los maquinistas a buscar un alambre grueso para hacerle una guía a la correa que recalentada y excéntrica tiraba a salirse de la polea.
Don Juan dirigiendo el desarme de la parva había quedado a sotavento y a salvo de la onda expansiva de la explosión, consuela en voz muy queda a Alfonso,
-Somos aves de paso- susurra estoico, ahora el italiano repite que no morirá sin ver de nuevo el mar, Don Juan recuerda al italiano que él se conformaba con lo mas parecido al mar, el melado trigo en espigas rutilante cuando lo mece el viento.
- Il mare nostrum italiano stesso come un mare di frumento, má tu sei un pazzo assurdo Yuanin?- ( 10)
Don Juan ignora el desaire y mira mansamente a su hijo, jamás le dirá lo que piensa, quizás el italiano tenga razón, que mierda va a comparar este trigo egoísta, matador de peones explotados, con el generoso mar Canario que lo vio nacer, que no verá nunca mas, ni a Tamaraceite ni a San Lorenzo ni a Las Palmas de Gran Canaria verá ya, sino hubiese sido tan sulfurado y se hubiese subordinado a su hermano y a su cuñada, estaría en Tamaraceite, tal vez hubiese ido a pelear a Marruecos con tantos otros canarios amigos, por su honra y por la gloria de España, si lo hubiesen muerto sería honrado, o vuelto viviría con honra, en la colonia agrícola toda la gloria posible era servir todavía para algo, peonando para los colonos de las estancias, era trabajar de sol a sol por abrigo y comida hasta morir, pero solo de gofio no vive el hombre, recapacita.
Doña Julia escuchó el desplante del peón Toscano asombrada que su Juan no lo hubiese sosegado de una trompada, ¿ que quedaba de lo escuchado desde niña de sus hermanos, Ignacio, Domingo y Victoriano Henríquez González y de su mismo Juan, ¿que del orgullo canario, que de las historias de los camelleros a orillas del fuego que contaban los mas viejos, del indómito guanche Doramás, de marinos y huracanes, hazañas de jinetes, de arcabuceros, ballesteros y arqueros, de los pastores silbadores, donde quedó lo aprendido en el Colegio del Huerto en Rosario cuando estudió para maestra, de las lecturas a escondidas de Bailen y Trafalgar del paisano Don Benito Peréz Galdóz, del explorador Alvar Nuñez Cabeza de Vaca, del Hernán Cortez?,¿ quien reconquistó España dos veces y sableó hasta al mismo Napoleón?, ¿que quedaba de las agallas de esos hombres que enriquecieron Europa conquistando America?. ¿Que quedaba de toda esa posibilidad de gloria y orgullo en su marido que no tenía fuerzas ni animo para espantarse las langostas?.
Del aguamarina de sus ojos no brotará ni una lágrima, mamó que no debe llorar de dolor o desesperanza, era su ofrenda al Señor.
Don Juan el Canario recuerda las enseñanzas cuando niño de su amigo el guanche Doramás:,” Había dos formas de levantar un hombre o un camello caído, a unos sacándole carga y a otros cargándolos mas todavía, el exceso de carga lo haría mover y levantarse”, el secreto era conocer tanto de camellos como de hombres, para no equivocarse porque seria fatal, él creía conocerse, siempre había pedido mas carga, huía palante, pero ahora necesitaba aflojar, maldice al yugo, esta seria su última trilla en la era (10 bis ), empieza a pensar cuanto tiene de culpa en la desgracia, duda que ese embarque sea descargado en Las Palmas y en Italia a la vez,¿ pero si era verdad?, tendría que haber parado la trilla hasta que viniesen los Bur, aunque lo mandasen estaquear los de la estancia o la peonada que no quería perder el conchavo lo carnease.
El boticario judío y el medico normando terminan de atender a los quemados, Alfonso les vierte agua todavía tibia sobre el torso, brazos y manos ensangrentadas y se las seca con arpillera de las bolsas.
Alfonso está deslumbrado por los conocimientos de estos hombres , escucha su conversación y descubre que existe gente de técnica y espíritu superior, un mundo que él desconoce, estos hombres nada comunes dominan el arte supremo, para él rayano en lo divino, el de aliviar el dolor de sus congéneres con total humildad sin esperar ninguna retribución extraordinaria, cobrarían solo de algunos sanados con gallinas y tal vez medio lechón para las fiestas, los considera distintos, realmente mejores a la gente conocida por él , le quedan gravado , atiende siempre, cura a veces, consuela siempre, el que no vive para servir no sirve para vivir, diástole sístole, etc.
Con la terminología del arte de curar hablan de cosas incomprensibles para Alfonso, el boticario se espanta las porfiadas langostas dueñas ya de todo el campamento, y señala al médico como Don Juan el Canario y a Doña Julia tendidos sobre la paja a la sombra de la parva, le recuerda un cuadro al óleo,” La siesta de los campesinos” de Vincent Van Gogh (11), el médico normando retruca sin énfasis que un pintor normando, de su mismo pueblo, llamado Juan Francisco Millet lo había pintado mucho antes (12) y que Vincent lo había copiado, el medico normando asegura y Alfonso asiente asombrado que Millet, un normando como él , de su mismo pueblo, reitera, y Vincent, esos si que eran geniales, que él y el boticario eran tipos comunes del montón de los profesionales y que cualquiera en su lugar hubiera hecho lo mismo o mejor, Alfonso se pregunta¿ como serán ese normando Millet y Vicente Van Gohg, a quienes sus admirados tanto admiraban, serian grandiosos, piensa.
El médico del pueblo se planta en que Millet era mas preciso, el boticario asegura que Van Gogh era mas sintético y mas expresivo, los colores mas vivos, el había visto una reproducción en Barcelona, ¿miente?
Alfonso ni imagina que quizás un ángel que necesitaba un padre lo salvó, y no solo por ser por demás cuidadoso con la maquinaria y tratar de arreglarla con solo un alambre y un palo, pero está maravillado por la profesionalidad y sabiduría del medico y del boticario, que ayudan a vivir y hasta a morir, hablando de cosas que él no comprende pero algunos nombres le quedan , Normando, el origen del medico, Vicente el pintor genial…
- Si con la lombarda habemoj otro varón le pongo esoj nombrej, le pongo.-
También desde el pueblo llegan demasiado tarde y circunstancialmente serios, un fatuo mister mayordomo sopado en gin-tonic, su comisario obediente, el cura y el jefe de la estación de gorra chaleco y silbato, trae de paso, por traer algo, un remedo de orden ante tanto desastre, un telegrama:
Servicio de Correo Telegráfico del
Ferrocarril Central Argentino
Destinatario;
Alfonso Jiménez Henríquez
Zona Rural .-Noetinger. Cdba
-El 22 al mediodía nació un varón.
Tiene como ombligo en la baja espalda, parece sanito.
Estamos bien. Tu Porota.-
Remite:
Maria Cesati Zuconi de Jiménez Henríquez
Montevideo 3005.-Rosario. SFe:
Alfonso, pálido, escuchó del medico cuan tan malo podría ser un ombligo en la ultima vértebra, una spina- bífida, con un hijo más así, su vida sigue pero mas complicada que nunca, angustiado pero de apetito memorioso, destapa la olla de la olvidada comida de los peones trilladores, la grisácea carne hervida del puchero con su grasa amarilla, hasta ayer un manjar, se le asemeja a la carne quemada de los trilladores difuntos, hasta el mismo olor, las langostas le chapalean el caldo, moqueando, por fin, en un arranque de furia voltea la olla de una patada y los choclos, indolentes, quedan sonriéndole entre histéricos y burlones, sobre la chamuscada paja de trigo///////////////////////.-
Normando Vicente Gimenez Cesati
Fisherton Rosario Argentina.
Enero del 2009.-
Fisherton Rosario Argentina.
Enero del 2009.-
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GLOSARIO
(1) http://www.st-james-antiques.co.uk/barometers.html#stock_343
Victorian Aneroid Barometer
by J.T.Lockwood of Preston; 105.8 grados Fahrenheit igual a 41 grados centígrados.
(2) La agenda política - Los años de la Segunda Guerra Mundial
las explicaciones que ha dado Alemania por el torpedeamiento de los vapores de bandera argentina “Victoria” y “Río Tercero” son reticentes e involucran un ...
www.argentina-rree.com/9/9-025.htm
(3).- Platon. La república
(4).- Marina Mercante Argentina
Ya por decreto del 29 de enero de i940, el Poder Ejecutivo había creado la Comisión de Creación-de la Marina Mercante, la que informó minuciosamente ...
histarmar.net/BuquesMercantes/Armadores-FME-Historia.htm - 47k –
(5)La trilladora Hoffer, de madera, se exhibe en el Zoológico de Lujan B.A. Argentina. Las fotos son solo ilustrativas de la rudeza del trabajo, nótese el tamaño de las bolsas, hasta 70 kilos de trigo, pertenecen a:
http://villacan.com.ar/fototeca/Catalogo/positivos/fk0014.jpg. Villa Cañás Pcia de Santa Fé. Argentina
(6 ) Red Seal engines , Continental Motor Corporation Muskegon Michigan. Made in USA
(7.-)La agenda política - Los años de la Segunda Guerra Mundial
Los años de la Segunda Guerra Mundial. El 11 de septiembre de 1939, la cancillería .... El decreto ratificaba la posición de neutralidad de la Argentina, ...
www.argentina-rree.com/9/9-025.htm - 38k - En caché - Páginas similares
Perón-y-Hoover:-losduelistas
http://www.clarin.com/suplementos/zona/1999/01/24/i-01001e.htm
(8)En épocas mas recientes también hubieron partidarios de ser ( o seguir siendo) colonia: "Densos nubarrones se levantan que presagian tormentas proteccionistas en las colonias inglesas, y la tendencia imperialista que va mordiendo fuerte el espíritu británico, no es por cierto una garantía para el porvenir de nuestro comercio internacional. Mucho hablamos de abrir nuevos mercados, sin notar acaso que más valdría asegurar los que ya tenemos, como el de Inglaterra, para quien deberíamos tratar de convertirnos mercantilmente en su mejor colonia, a fin de hacerle imposible dar preferencia a nuestros competidores de Canadá y de Australia." (Discurso pronunciado por el Dr. Ezequiel Ramos Mejía, presidente de la Sociedad Rural Argentina en la inauguración de la exposición rural de 1902. En "Historia Gráfica de la Argentina Contemporánea", Tomo 3, Buenos Aires, Hyspamérica, 1985.)
(9).-El 11 de abril de 1939, cuando aún Ortiz ejerce la presidencia, el periódico The Statist, de Londres, se refiere, sin ambages, a nuestra relación económica con el resto del mundo económico mundial:
“La Argentina es un gran país, con una población relativamente pequeña. Tiene productos esenciales y espera vender su excedente al extranjero para pagar los intereses de las deudas contraídas en Europa y comprar productos manufacturados, de los cuales tiene necesidad. Es necesario no perder de vista que la actual economía argentina es la consecuencia de una acción deliberada de nuestro país. En el siglo pasado, nuestros banqueros y comerciantes llegaron a la conclusión de que los productos alimenticios que antes obteníamos en su mayor parte en Estados Unidos resultaban anormalmente caros. Se preocuparon, entonces, con un propósito deliberado, de encontrar un país que pudiese suministramos los productos a precios relativamente más bajos. En las llanuras del Plata encontraron ese país y se suministraron los capitales necesarios para proveer a la Argentina de los medios de transporte que le permitiesen enviarnos los productos alimenticios que necesitamos. Económicamente, la Argentina es, en gran parte, lo que hemos hecho de ella”.
ISLAS MALVINAS, SU HISTORIA, LA GUERRA Y LA ECONOMÍA, Y LOS ASPECTOS JURÍDICOS SU VINCULACIÓN CON EL DERECHO HUMANITARIO
Bruno Tondini http://www.eumed.net/libros/2007b/278/62.htm
(10 ) El mar Mediterráneo ha sido un mar clave para la Historia. En la Roma antigua se llamó Mare Nostrum (Nuestro mar) debido a que todas sus orillas fueron ocupadas por ella,8 y en el siglo XIX Mussolini - queriendo recrear el imperio romano - lo llamó Mare Nostrum Italiano durante la segunda guerra mundial. http://es.wikipedia.org/wiki/Mar_Mediterr%C3%A1neo
( 10 BIS) 1. Era: superficie al aire libre preparada para trillar y aventar los cereales. “Espacio de tierra limpia y firme, algunas veces empedrado, donde se trillan las mieses”. Las eras tenían que estar ubicadas en zonas bien ventiladas, generalmente sobre lomos o promontorios. Su uso era comunal. Tipológicamente distinguimos eras excavadas sobre roca, y otras “entamadas” o eras ejecutadas con tierra apisonada (medianías norte de Gran Canaria). fuente: http://www.cartaetnograficagc.org/agricultura.php#era
(11) La siesta de los campesinos Vincent Van Gohg pintado en 1890.-
(Groot-Zundert, Países Bajos, 1853 - Auvers-sur-Oise, Francia, 1890) Pintor holandés. Vincent Van Gogh era el mayor de los seis hijos de un pastor protestante, y mantuvo con su hermano Theo, cuatro años menor que él, una relación que sería determinante en su existencia y su trayectoria artística. La correspondencia que ambos intercambiaron a lo largo de toda la vida es el testimonio de la intensidad de esta relación.
Tras recibir una esmerada educación en un internado privado, con dieciséis años entró como aprendiz en la filial de La Haya de la galería de arte parisina Goupil & Cie., fundada por su tío Vincent; allí conoció las obras de la escuela de Barbizon.
http://www.biografiasyvidas.com/biografia/g/gogh.htm Vincent Van Gogh era una gran admirador de Jean-François Millet. Durante su estancia en el sanatorio de Saint-Rémy-de-Provence pintó diversos óleos recreando los dibujos del admirado maestro.
En mayo de 1889, tras una serie de ataques paranoicos, Van Gogh ingresó a petición propia en la clínica mental de Saint-Rémy-de-Provence. Tampoco allí los médicos pudieron ayudarle, y Van Gogh se refugió de nuevo en un trabajo febril. Pero en vez de limitarse a pintar del natural, también realizó algunas versiones de obras maestras de Gustave Doré, Honoré Daumier, Eugéne Delacroix y, sobre todo, de Louis Millet.
Campesinos durmiendo la siesta surgió de un grabado en madera de Jacques-Adrien Lavielle y éste, de una de las cuatro Horas del día de Millet. "El hecho de pintar siguiendo los dibujos de Millet más bien me parece una traducción a otra lengua que una copia", escribe Van Gogh a su hermano Théo, "como si se tradujesen al lenguaje de los colores... Si un día son criticadas o menospreciadas como imitaciones, no por ello será menos cierto que hacer asequible al gran público el trabajo de Millet está plenamente justificado."
En efecto, Van Gogh no se contentó con una superficial copia al óleo, sino que dedicó mucho tiempo y esfuerzo a hacer justicia al espíritu del original por medio de la armonía de tonalidades azules y ocres, y merced a la multiplicidad de las rotundas pinceladas, cruzadas o entrecortadas.
Como es sabido, Van Gogh tardó mucho tiempo en ser reconocido por la crítica artística. Tan sólo unos pocos meses antes del suicidio del artista, Albert Aurier escribió: "Vincent Van Gogh... no es sólo un gran pintor lleno de entusiasmo por su arte, su paleta y la naturaleza, sino también un soñador, un fanático religioso y un seguidor de bellas utopías, que vive de sus ideas y sueños."
La siesta de los campesinos Juan Francisco Millet, pintado en - + 1870
Jean François Millet
(Gruchy, Francia, 1814-Barbizon, id., 1875) Pintor francés. Nació en una familia de campesinos de Normandía y, gracias a una beca, pudo estudiar pintura en París, en el estudio de Delaroche. Sus primeros retratos y cuadros mitológicos nada tienen que ver con sus posteriores obras de tema campesino, en las que se enaltecen la vida y las ocupaciones diarias de las gentes que trabajan en el campo.
http://www.biografiasyvidas.com/biografia/m/millet.htm
Ilustración de los caballos moros de tiro pertenece a
Para la era Jose Antonio Rodriguez- Artelista.com
Para la era, Pintura de Jose Antonio Rodriguez,Cuadro de caballos.
www.artelista.com/obra/2778437717559267-paralaera.html
Normando Vicente Gimenez Cesati
Fisherton Rosario Argentina.
Fisherton Rosario Argentina.
Enero del 2009
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- Categoría: Cuentos
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A fines del siglo XIX, los nuevos dueños de las mejores tierras cultivables de Argentina, las de la pampa húmeda (1), eran los financistas del ferrocarril. Sonreían con sus abogados en sus buffets (2), al enterarse por sus armadores (3), la gran cantidad de desposeídos, labriegos europeos blancos, que se alojaban en el Hotel de Inmigrantes de Buenos Aires, preparándose para poner a prueba la esperanza, vana, de antemano, como no fuese comer, concebir la mayor cantidad de hijos peones posibles, y trabajar en demasía, difícilmente, algunos fueron dueños de la tierra, sino hasta después de 1946.
Se misturaban a regañadientes, usos y costumbres europeas y criollas, en los corrales de madrugada, por las mañas de los agotados caballos, se escuchaban imprecaciones en piamontés por peones indios, sometidos, mucho más desposeídos que los recién llegados inmigrantes, y algún envío al caraco por carajo, por los contadini.
Los españoles e italianos, ya tenían nietos de rostros achinados, arios, eslavos Y judios, vivían amargados por la probable cruza étnica de sus hijos, preferían casarlos con paisanos, hasta con familiares, pero la sabia naturaleza tenía escarapela argentina, las familias se agrandaban y los velorios y los casamientos eran una gran Babel.
El servicio militar obligatorio, disciplinaba a los varones de 20 años, enseñándoles además de defender la nueva patria, a leer, escribir y a mejorar la castilla (4) volvían a la colonia con la firme idea de pertenecer a una gran y heterogénea nación, y con aventuras para exagerar durante el resto de su sencilla vida.
La finca chacra (5) de los Jiménez Enríquez, lindaba con amistosos italianos cuyo bravi raggazzi, habían echado buenos ojos sobre las robustas María y Julica, femeninas y laboriosas, con el mar canario en los ojos.
Las casas de los colonos con sus pisos de tierra y paredes de ladrillo, sin revocar, recibían con una palabra pintada, Bienvenidos, Benvenue, Benvenutti, Benvindo, Willkommen, etcétera, doña Julia, con negra grasa de carro, pintó Sansofé (6), era la maestra de ojito de la colonada.
Los canarios en Noetinger conocieron el poncho, (7) detestaban el frío. Los inviernos, sin ser demasiado crueles, eran inocuos para cualquier europeo montañés, pero para los de Tamaraceite, de Las Palmas de Gran Canaria, era una tortura, en pleno invierno, cualquier día nublado, sumado al viento de llanura, llevaba la sensación térmica, a pocos grados sobre cero, los caballos no lo sufrían, con buen pasto y ración, tiraban prestos del arado, pero don Juan el Canario, con poncho y guantes, tiritaba en el asiento de chapa agujereado del arado, durante catorce horas diarias, debía trotar tras los caballos sobre la gleba (8) para desentumecerse, y en las obligadas paradas de resuello, recibía calor de los percherones, abrazándolos para poder seguir arando.
Quizás por ello, o por esa característica de la bonomía, de no trasladar la desdicha, todos los animales de la chacra Sansofé, tenían mejor cobijo y alimentación, los días fríos, los perros eran relevados de su guardia nocturna y dormían despatarrados en el cuarto de las pecheras (9) con la incumplida tarea de espantar lauchas y principalmente el gato Morrongo, el protegido de doña Julia, saboreaba leche tibia y menudos de pollo refugiándose en el horno, casi siempre tibio.
Una madrugada don Juan ató el nochero (10) a la vagoneta, sacó de su baúl su única camisa blanca, su saco oscuro de casamiento, la boina calada tejida por su mare, la navaja que le había regalado su hermano en Tamaraceite, y enderezó para el escritorio de la estancia, vendría el Administrador a liquidar la cosecha de 1915.
Julia, que dormía con un ojo solo, sabedora del drama le susurró cariñosa,
-Juan, mi amor, no serás mejor hombre para los chachos y para mí, si te desgracias por nosotros, avergonzado, Juan dejó la navaja.
Estoico, aguantó con otros colonos, todo el día la amansadora de ablande (11), recién al atardecer llegó Míster John Grante, bajó de un Ford T nuevo, acompañado por un escribiente y tres milicos(11bis) del pueblo de Las Rosas a caballo, tocado con sombrero de pana gris, chaqueta a cuadros, camisa de plancha con cuello duro, corbata de lazo, breches, botas de montar, reloj de oro a cadena, verga de toro como fusta, y un revólver cromado Webble & Scott, cal. 455, en la cintura.
Arrellanado en un sillón de cuero verde, saludaba por la ventana a los de su custodia, que le retribuían el saludo, besando el guión de los viejos fusiles Remington, veteranos matadores de indios.
Con semejante presión, don Juan el Canario, soportaba las explicaciones sin fundamento del capado de sus esfuerzos por el escribiente de visera, moñito y mangas negras.
El de Tamaraceite, varias veces buscó la navaja dentro de la faja, reparó en un mango de azada de quebracho blanco con que las sirvientas corrían las pesadas cortinas, para el canario eso era un banot, un arma mortífera de guerra, calculó que en un salto y dos golpes dejaría un par de cráneos rotos y vacíos ….., al final sopesó su familia y la injusticia y……… firmó con una cruz donde le indicaba Grant.
Don Juan el Canario observó las manecillas pálidas del Míster, y se miró las suyas, parecían un caparazón de tortuga sobre un pocillo de café, y entendió todo de golpe, balanceó amargamente, que no quiso trabajar bajo las órdenes de su hermano y cuñada en su tierra, y venía a América, a trabajar por la comida hasta con sus hijos para todos los míster y hasta para el mismísimo Rey de Inglaterra.
Don Juan volvía a su chacra con la misma sensación que tuvo hacía 30 años en el camino de San Lorenzo a Tamaraceite, con el camello Machango, pero esta vez, no estaba Dorimás, el viejo guanche, para aconsejarlo, esta vez era él mismo su propio Dorimás, y en su honor y recuerdo obraría como tal.
Su sueño de tierra propia se desvanecía, los ingleses tenían el negocio bien montado, sólo para ellos, y europeos hambrientos, huyendo de la guerra que quisieran trabajar sin pretensiones la tierra había casi por millones, lamentaba que sus dos hijos mayores ya fuesen peones de la estancia, los veía rústicos y acriollados, como resignados, pero había una bujía (12) prendida por Dorimás, allá en Tamaraceite, su hijo menor Alfonso, próximo a los 12 años, a ese lo salvaría del yugo de la estancia, no sin inhumano dolor, para él y para su Julia.
La orden la recibió Julia en el quinto sueño, seca y terminante.
- Destétalo al Chacho, mujé, le mandaré con Juan Bartolomé a Almafuerte, para carpintero o ebanista, será siempre mejor que peón en el campo de estos buitres.
- Doña Julia puso maternos reparos, sabía que con Juan en algunas cosas no se discutían, si él decía que el gallo era tuerto, seguramente tendría el ojo en el bolsillo.
De a poco se fue convenciendo que era lo mejor, a lo que se resistía pero asintiendo era a la segunda parte de la orden, debía doña Julia, hasta la partida de Alfonsito, tratarlo muy fría y duramente, para que la estadía en el taller del paisano, no fuese comparada con la vida regalada de la casa materna, así no extrañaría y no querría volverse, le contó Juan, cómo su mare lo ignoró cuando decidió venir a América.
Sin entender qué pasaba, Alfonso, resignó su lugar desde siempre al lado de su mare en la mesa, lo ocupó victorioso el Morrongo, Alfonso comería solo, siempre más tarde, luego de sus interminables obligaciones.
El odiado por casi todos, Morrongo, a quién doña Julia creyó capón por lo grande, era un gato cimarrón (13) que ganó las casas acorralado por los perros, y como enseguida cazó una víbora, quedó agregado, era quizás una cruza de una variedad silvestre, llamado gato de los pajonales, era astuto, taimado y feroz, terror de ratas y comadrejas (14), hasta que descubrió que ronroneando y dejándose acariciar por la entristecida Julia, accedía sin esfuerzos a leche, restos de carne, al calor de la cocina a leña, y al cálido refugio seguro del horno para cocer el pan.
Era mordedor y mal llevado, huía de los hermanos mayores de Alfonso, porque lo hacían tormento de sus tropelías, los gañanes codiciaban la factura de cerdo que se sazonaba colgada de los tirantes de la alacena, la caña para bajarlos la guardaba el pare en su dormitorio, era inexpugnable, imposible andar por escaleras sin declararse culpable de antemano, en cambio el gato arrojado al aire hacia los salames, los hacía caer al querer sostenerse y aunque el gato quisiese huir con alguna longaniza era persuadido a que desista a patadas y latigazos.
El gato como el perro de Pavlov, sabía de los reflejos condicionados, para él, grasa de cerdo, implicaba, lucha, arañazos, mordisco, rebencazos y patadas.
Era agosto de 1916, Europa se desangraba y los embarques de granos se demoraban, la crisis llegaba al campo argentino, para mayor desgracia, un temporal de varios meses dificultaba levantar a mano, la cosecha de maíz. Los peones de la juntada( 14 bis) de la Sansofé, ya habían reparado varias veces las bolsas y los arneses, guitarreaban aburridos y embarrados en las carpas, a la espera del escampe del pampero (15) pero como el arreglo con don Juan incluía la comida, los canarios se angustiaban viendo disminuir la reserva hecha en el verano, ya que no podían excederse en la misma, porque desde el escritorio de la estancia, controlaban con lupa, la cantidad de vacas, ovejas, cerdos y aves, destinadas por los colonos al propio consumo, por lo que la comida, sin ser escasa, era la justa, pero no contemplaba tan prolongado temporal, por lo que se comieron los animales reproductores, cuando no quedó liebre, martineta, perdiz, paloma ni pato para cazar, y hasta la leña seca escaseaba, lo que podía multiplicarse era el pan.
El horno estaba en el centro del patio de tierra barrida y desgramillada, única defensa ante las yarará (16), allá fue Alfonsito bajo la lluvia, descalzo para no embarrar las alpargatas dejando profundas huellas en el barrial, a prender el fuego del horno, con leña verde y 100% de humedad ambiente, tarea muy difícil, encomendada por la mare.
- ¡Mare, vea usted, que no puedo con la lumbre!
-¡Alfonso, maña y hazaña riman, pero mañana no! ¡ Lleva una bujía encendida y mistura con un poco de grasa de cerdo, de la rancia, las chalas (17), pero poquita, sino el pan, tendrá el gusto de los chicharrones!
Alfonso dudaba del procedimiento, por lo que quintuplicó la cantidad de grasa desechada para el consumo, y la mechó con chalas, marlos(18) y la pólvora de dos retacones cartuchos del calibre 10, desarmados al efecto.
Cuando volvió con la vela encendida encontró al Morrongo que sorprendido en su escondite blindado antiperros, devoraba goloso la grasa hedionda.
Alfonso, ignorante del reflejo condicionado del gatazo, pretendió echarlo del horno pronto a arder, amagándole un golpecito con la pala panadera, fue suficiente para que se dispare el mecanismo de defensa y agresión del Morrongo, a diente y uña se abalanzó sobre el pecho y cuello del niño, satisfecho, luego se escondió en el fondo del horno, Alfonsito no sabía qué hacer primero al ver su sangre a pesar del dolor, si llamar al pare, o a la mare, o .....la vela inflamó la pólvora …. y el interior del horno fue un infierno, entonces el gato en llamas arremetió de nuevo hinchando el lomo a los arañazos, hacia la boca del horno, pero esta vez, la pala lo mandó al fondo, y el niño llorando cerró la puerta , y la aseguró con un palo.
- ¡Alfonsico, que te he dicho que no empaches el horno con esa grasa rancia y podrida, mira el olor que larga, qué va a ser del pan, métele mas leña para que se purgue, por Dios!
- ¿Alfonso, es que no has visto tú a mi Morrongo?
¡Si, sí, mare, usted lo viera, lo sacaron los perros carpiendo hacia el maizal!
-¿Alfonso, hijo mío, quién te ha hecho esos males en el cuero del cogote y de la eslilla? (19)
- Nada, mare, buscando higos picos en la chumbera, o buscando huevos de las guineas entre las tunas, o el Morito me tiró sobre una portera de púas. ¿Sabe usted que no me acuerdo?
- Humm, masculló don Juan el canario.
- Humm, compadeció doña Julia, mientras le lavaba las heridas con grappa, regalo del italiano Bianucci, futuro yerno, y se las cubría con telas de araña embebidas con jugo de hojas de palan palan, (20)
Se misturaban a regañadientes, usos y costumbres europeas y criollas, en los corrales de madrugada, por las mañas de los agotados caballos, se escuchaban imprecaciones en piamontés por peones indios, sometidos, mucho más desposeídos que los recién llegados inmigrantes, y algún envío al caraco por carajo, por los contadini.
Los españoles e italianos, ya tenían nietos de rostros achinados, arios, eslavos Y judios, vivían amargados por la probable cruza étnica de sus hijos, preferían casarlos con paisanos, hasta con familiares, pero la sabia naturaleza tenía escarapela argentina, las familias se agrandaban y los velorios y los casamientos eran una gran Babel.
El servicio militar obligatorio, disciplinaba a los varones de 20 años, enseñándoles además de defender la nueva patria, a leer, escribir y a mejorar la castilla (4) volvían a la colonia con la firme idea de pertenecer a una gran y heterogénea nación, y con aventuras para exagerar durante el resto de su sencilla vida.
La finca chacra (5) de los Jiménez Enríquez, lindaba con amistosos italianos cuyo bravi raggazzi, habían echado buenos ojos sobre las robustas María y Julica, femeninas y laboriosas, con el mar canario en los ojos.
Las casas de los colonos con sus pisos de tierra y paredes de ladrillo, sin revocar, recibían con una palabra pintada, Bienvenidos, Benvenue, Benvenutti, Benvindo, Willkommen, etcétera, doña Julia, con negra grasa de carro, pintó Sansofé (6), era la maestra de ojito de la colonada.
Los canarios en Noetinger conocieron el poncho, (7) detestaban el frío. Los inviernos, sin ser demasiado crueles, eran inocuos para cualquier europeo montañés, pero para los de Tamaraceite, de Las Palmas de Gran Canaria, era una tortura, en pleno invierno, cualquier día nublado, sumado al viento de llanura, llevaba la sensación térmica, a pocos grados sobre cero, los caballos no lo sufrían, con buen pasto y ración, tiraban prestos del arado, pero don Juan el Canario, con poncho y guantes, tiritaba en el asiento de chapa agujereado del arado, durante catorce horas diarias, debía trotar tras los caballos sobre la gleba (8) para desentumecerse, y en las obligadas paradas de resuello, recibía calor de los percherones, abrazándolos para poder seguir arando.
Quizás por ello, o por esa característica de la bonomía, de no trasladar la desdicha, todos los animales de la chacra Sansofé, tenían mejor cobijo y alimentación, los días fríos, los perros eran relevados de su guardia nocturna y dormían despatarrados en el cuarto de las pecheras (9) con la incumplida tarea de espantar lauchas y principalmente el gato Morrongo, el protegido de doña Julia, saboreaba leche tibia y menudos de pollo refugiándose en el horno, casi siempre tibio.
Una madrugada don Juan ató el nochero (10) a la vagoneta, sacó de su baúl su única camisa blanca, su saco oscuro de casamiento, la boina calada tejida por su mare, la navaja que le había regalado su hermano en Tamaraceite, y enderezó para el escritorio de la estancia, vendría el Administrador a liquidar la cosecha de 1915.
Julia, que dormía con un ojo solo, sabedora del drama le susurró cariñosa,
-Juan, mi amor, no serás mejor hombre para los chachos y para mí, si te desgracias por nosotros, avergonzado, Juan dejó la navaja.
Estoico, aguantó con otros colonos, todo el día la amansadora de ablande (11), recién al atardecer llegó Míster John Grante, bajó de un Ford T nuevo, acompañado por un escribiente y tres milicos(11bis) del pueblo de Las Rosas a caballo, tocado con sombrero de pana gris, chaqueta a cuadros, camisa de plancha con cuello duro, corbata de lazo, breches, botas de montar, reloj de oro a cadena, verga de toro como fusta, y un revólver cromado Webble & Scott, cal. 455, en la cintura.
Arrellanado en un sillón de cuero verde, saludaba por la ventana a los de su custodia, que le retribuían el saludo, besando el guión de los viejos fusiles Remington, veteranos matadores de indios.
Con semejante presión, don Juan el Canario, soportaba las explicaciones sin fundamento del capado de sus esfuerzos por el escribiente de visera, moñito y mangas negras.
El de Tamaraceite, varias veces buscó la navaja dentro de la faja, reparó en un mango de azada de quebracho blanco con que las sirvientas corrían las pesadas cortinas, para el canario eso era un banot, un arma mortífera de guerra, calculó que en un salto y dos golpes dejaría un par de cráneos rotos y vacíos ….., al final sopesó su familia y la injusticia y……… firmó con una cruz donde le indicaba Grant.
Don Juan el Canario observó las manecillas pálidas del Míster, y se miró las suyas, parecían un caparazón de tortuga sobre un pocillo de café, y entendió todo de golpe, balanceó amargamente, que no quiso trabajar bajo las órdenes de su hermano y cuñada en su tierra, y venía a América, a trabajar por la comida hasta con sus hijos para todos los míster y hasta para el mismísimo Rey de Inglaterra.
Don Juan volvía a su chacra con la misma sensación que tuvo hacía 30 años en el camino de San Lorenzo a Tamaraceite, con el camello Machango, pero esta vez, no estaba Dorimás, el viejo guanche, para aconsejarlo, esta vez era él mismo su propio Dorimás, y en su honor y recuerdo obraría como tal.
Su sueño de tierra propia se desvanecía, los ingleses tenían el negocio bien montado, sólo para ellos, y europeos hambrientos, huyendo de la guerra que quisieran trabajar sin pretensiones la tierra había casi por millones, lamentaba que sus dos hijos mayores ya fuesen peones de la estancia, los veía rústicos y acriollados, como resignados, pero había una bujía (12) prendida por Dorimás, allá en Tamaraceite, su hijo menor Alfonso, próximo a los 12 años, a ese lo salvaría del yugo de la estancia, no sin inhumano dolor, para él y para su Julia.
La orden la recibió Julia en el quinto sueño, seca y terminante.
- Destétalo al Chacho, mujé, le mandaré con Juan Bartolomé a Almafuerte, para carpintero o ebanista, será siempre mejor que peón en el campo de estos buitres.
- Doña Julia puso maternos reparos, sabía que con Juan en algunas cosas no se discutían, si él decía que el gallo era tuerto, seguramente tendría el ojo en el bolsillo.
De a poco se fue convenciendo que era lo mejor, a lo que se resistía pero asintiendo era a la segunda parte de la orden, debía doña Julia, hasta la partida de Alfonsito, tratarlo muy fría y duramente, para que la estadía en el taller del paisano, no fuese comparada con la vida regalada de la casa materna, así no extrañaría y no querría volverse, le contó Juan, cómo su mare lo ignoró cuando decidió venir a América.
Sin entender qué pasaba, Alfonso, resignó su lugar desde siempre al lado de su mare en la mesa, lo ocupó victorioso el Morrongo, Alfonso comería solo, siempre más tarde, luego de sus interminables obligaciones.
El odiado por casi todos, Morrongo, a quién doña Julia creyó capón por lo grande, era un gato cimarrón (13) que ganó las casas acorralado por los perros, y como enseguida cazó una víbora, quedó agregado, era quizás una cruza de una variedad silvestre, llamado gato de los pajonales, era astuto, taimado y feroz, terror de ratas y comadrejas (14), hasta que descubrió que ronroneando y dejándose acariciar por la entristecida Julia, accedía sin esfuerzos a leche, restos de carne, al calor de la cocina a leña, y al cálido refugio seguro del horno para cocer el pan.
Era mordedor y mal llevado, huía de los hermanos mayores de Alfonso, porque lo hacían tormento de sus tropelías, los gañanes codiciaban la factura de cerdo que se sazonaba colgada de los tirantes de la alacena, la caña para bajarlos la guardaba el pare en su dormitorio, era inexpugnable, imposible andar por escaleras sin declararse culpable de antemano, en cambio el gato arrojado al aire hacia los salames, los hacía caer al querer sostenerse y aunque el gato quisiese huir con alguna longaniza era persuadido a que desista a patadas y latigazos.
El gato como el perro de Pavlov, sabía de los reflejos condicionados, para él, grasa de cerdo, implicaba, lucha, arañazos, mordisco, rebencazos y patadas.
Era agosto de 1916, Europa se desangraba y los embarques de granos se demoraban, la crisis llegaba al campo argentino, para mayor desgracia, un temporal de varios meses dificultaba levantar a mano, la cosecha de maíz. Los peones de la juntada( 14 bis) de la Sansofé, ya habían reparado varias veces las bolsas y los arneses, guitarreaban aburridos y embarrados en las carpas, a la espera del escampe del pampero (15) pero como el arreglo con don Juan incluía la comida, los canarios se angustiaban viendo disminuir la reserva hecha en el verano, ya que no podían excederse en la misma, porque desde el escritorio de la estancia, controlaban con lupa, la cantidad de vacas, ovejas, cerdos y aves, destinadas por los colonos al propio consumo, por lo que la comida, sin ser escasa, era la justa, pero no contemplaba tan prolongado temporal, por lo que se comieron los animales reproductores, cuando no quedó liebre, martineta, perdiz, paloma ni pato para cazar, y hasta la leña seca escaseaba, lo que podía multiplicarse era el pan.
El horno estaba en el centro del patio de tierra barrida y desgramillada, única defensa ante las yarará (16), allá fue Alfonsito bajo la lluvia, descalzo para no embarrar las alpargatas dejando profundas huellas en el barrial, a prender el fuego del horno, con leña verde y 100% de humedad ambiente, tarea muy difícil, encomendada por la mare.
- ¡Mare, vea usted, que no puedo con la lumbre!
-¡Alfonso, maña y hazaña riman, pero mañana no! ¡ Lleva una bujía encendida y mistura con un poco de grasa de cerdo, de la rancia, las chalas (17), pero poquita, sino el pan, tendrá el gusto de los chicharrones!
Alfonso dudaba del procedimiento, por lo que quintuplicó la cantidad de grasa desechada para el consumo, y la mechó con chalas, marlos(18) y la pólvora de dos retacones cartuchos del calibre 10, desarmados al efecto.
Cuando volvió con la vela encendida encontró al Morrongo que sorprendido en su escondite blindado antiperros, devoraba goloso la grasa hedionda.
Alfonso, ignorante del reflejo condicionado del gatazo, pretendió echarlo del horno pronto a arder, amagándole un golpecito con la pala panadera, fue suficiente para que se dispare el mecanismo de defensa y agresión del Morrongo, a diente y uña se abalanzó sobre el pecho y cuello del niño, satisfecho, luego se escondió en el fondo del horno, Alfonsito no sabía qué hacer primero al ver su sangre a pesar del dolor, si llamar al pare, o a la mare, o .....la vela inflamó la pólvora …. y el interior del horno fue un infierno, entonces el gato en llamas arremetió de nuevo hinchando el lomo a los arañazos, hacia la boca del horno, pero esta vez, la pala lo mandó al fondo, y el niño llorando cerró la puerta , y la aseguró con un palo.
- ¡Alfonsico, que te he dicho que no empaches el horno con esa grasa rancia y podrida, mira el olor que larga, qué va a ser del pan, métele mas leña para que se purgue, por Dios!
- ¿Alfonso, es que no has visto tú a mi Morrongo?
¡Si, sí, mare, usted lo viera, lo sacaron los perros carpiendo hacia el maizal!
-¿Alfonso, hijo mío, quién te ha hecho esos males en el cuero del cogote y de la eslilla? (19)
- Nada, mare, buscando higos picos en la chumbera, o buscando huevos de las guineas entre las tunas, o el Morito me tiró sobre una portera de púas. ¿Sabe usted que no me acuerdo?
- Humm, masculló don Juan el canario.
- Humm, compadeció doña Julia, mientras le lavaba las heridas con grappa, regalo del italiano Bianucci, futuro yerno, y se las cubría con telas de araña embebidas con jugo de hojas de palan palan, (20)
Normando V. Gimenez
1.-pampa húmeda: en quechua, lengua original sudamericana, campo raso, sin monte, con 1000 mm anuales de lluvia, clima templado
2.- buffet: oficina generalmente de abogados
3.- armadores: fletadores de buques
4.- Castilla, lengua castellana
5.- finca o chacra, explotación rural agrícola arrendada
6.-Sansofé, Bienvenidos en lengua guanche canaria
7- Poncho, prenda de abrigo sudamericana
8.-Gleba, tierra invertida por el arado
9.- Pecheras, en el caballo de tiro, accesorio sobre el pecho
10.-Caballo de guardia
11.-Amansadora de ablande, larga espera deliberada para someter
11 bis.- Policía de bajo rango
12.-Vela, se emplea como luz de esperanza
13.- Cimarrón. Sin dueño
14.- Pequeño marsupial carnívoro
14 bis.- Cosecha manual de maíz
15.- Viento muy seco del S.O.
16.- Ofidio de mordedura casi siempre mortal para la época.
17.- Envoltorio de la mazorca de maíz
18.-Soporte de los granos de maíz
19.- Clavícula
20.- Planta autóctona cuya savia desinfecta y desinflama
2.- buffet: oficina generalmente de abogados
3.- armadores: fletadores de buques
4.- Castilla, lengua castellana
5.- finca o chacra, explotación rural agrícola arrendada
6.-Sansofé, Bienvenidos en lengua guanche canaria
7- Poncho, prenda de abrigo sudamericana
8.-Gleba, tierra invertida por el arado
9.- Pecheras, en el caballo de tiro, accesorio sobre el pecho
10.-Caballo de guardia
11.-Amansadora de ablande, larga espera deliberada para someter
11 bis.- Policía de bajo rango
12.-Vela, se emplea como luz de esperanza
13.- Cimarrón. Sin dueño
14.- Pequeño marsupial carnívoro
14 bis.- Cosecha manual de maíz
15.- Viento muy seco del S.O.
16.- Ofidio de mordedura casi siempre mortal para la época.
17.- Envoltorio de la mazorca de maíz
18.-Soporte de los granos de maíz
19.- Clavícula
20.- Planta autóctona cuya savia desinfecta y desinflama